La columna de Miguel Guerrero

Por Miguel Guerrero / El Caribe

Un aviso del consulado de Canadá en Caracas instando a los ciudadanos canadienses y australianos residentes en Venezuela a tomar una serie de precauciones personales con motivo del referéndum del próximo domingo, 2 de diciembre, está siendo presentado por el gobierno del teniente coronel Hugo Chávez como una evidencia de conspiración internacional en contra de la llamada “revolución bolivariana”.

Ese día, los venezolanos votarán a favor o en contra de una reforma constitucional que daría a Chávez más poderes de los que ya tiene, convirtiéndole en un dictador y pulverizando los últimos vestigios de libertad democrática en esa nación. La situación en Venezuela se ha tornado muy tensa debido a las protestas contra la reforma y las amenazas del gobierno de hacer uso de la fuerza para acallar a la oposición y enfrentar las manifestaciones de rebeldía en contra de sus pretensiones.

La advertencia del consulado está fundamentada en los temores de que la situación degenere en motines y en un desorden generalizado. Se limita a recomendarles que se hagan reservas de alimentos, no concurran a lugares donde puedan producirse conflictos y que mantengan sus vehículos con suficiente combustible y otras cosas por el estilo.

Es el aviso habitual que cualquier país organizado se preocupa de hacer llegar a sus ciudadanos que residen en el exterior ante amenazas de disturbios y revoluciones.

La maquinaria propagandística bien distribuida en todo el hemisferio, y con buenos voceros en el país, se ha ocupado de enviar el texto del consulado como una muestra de que algo se cocina en contra de Chávez.

El correo ha llegado a miles de direcciones electrónicas, habiéndose recibido en la mía por varias fuentes. La interpretación que se da a ese texto sugiere la posibilidad de que Chávez esté preparando una gran represión oficial en caso de que pierda el referéndum.

Miguel Guerrero es escritor y periodista
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