PRSC: Waterloo de Leonel

El Presidente Leonel Fernández sigue creyendo que la conquista de dirigentes volcará reformistas a su favor; pero existen signos conducentes a que con ello encontrará en el PRSC su Waterloo

Por Guillermo Caram / El Caribe
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La conquista del reformismo por parte del presidente Fernández se ha convertido en una especie de obsesión que podría terminar conduciéndolo a su derrota definitiva; de la misma forma que la obsesión de Napoleón Bonaparte por vencer potencias europeas le hizo sucumbir en Warterloo.

El Presidente no se detiene a analizar el porqué el PRSC sube a pesar, o en la medida, que incorpora sus dirigentes al gobierno.

Añorando el Frente Patriótico de 1996 e ilusionándose en el espejismo del 2004 cuando se impusieron decisiones que convirtieron al PRSC en un partido resignado a aliarse, a través de expulsiones y exclusiones de reformistas de valía que incluyeron ex presidentes y vicepresidentes de la República; el Presidente fomenta ahora el abandono de dirigentes sin ponderar el cambio de circunstancias escenificado en un PRSC a cuya militancia le ha vuelto a picar las ganas y garras de ser gobierno.

Estancado en el esquema predominante hasta las pasadas primarias, no se da cuenta que el reformismo escogió un candidato con voluntad de ganar y vocación de poder; profesante de apertura para los abandonos de hoy y los expulsos de ayer.

Ni siquiera pondera que el transfuguismo que cultiva ni la subrogación de consignas, le están proporcionando los dividendos que esperaba; a juzgar por las encuestas.

Tampoco se percata que la decantación de dirigentes parasitarios o con hachas que afilar, aún aquellos que cuentan con plumas heridas en carne propia o heredadas, pero con habilidad para imaginarse situaciones de crisis o estampidas, y hasta para hacerlas creer, no cambia la realidad de una candidatura que crece acicateada por un accionar en favor de los pobres, tanto que los propios aliados del gobierno han advertido la necesidad de ponderarla; y que vence resistencias, entusiasma dirigencia cansada de ser negociada y cuyos pronunciamientos y agendas cambian enfoques de encarar nuestras urgencias, concitando así, mayor interés y atención.

El Presidente sigue creyendo que la conquista de dirigentes volcará reformistas a su favor; pero existen signos conducentes a que con ello encontrará en el PRSC su Waterloo.

Diferencia de percepciones que solo encuestas imparciales, o las urnas de mayo, determinarán quién tiene la razón.

Mientras tanto, conviene quedarse en el campo de las especulaciones sin incursionar en el de las aseveraciones concluyentes.

Guillermo Caram es político
guillermocaram_candidato@hotmail.com