Esther Esteban
El problema es que esa posible paranoia no sólo sea de puertas afuera, que lo será, sino también de puertas adentro y que tenga las más variadas lecturas. De entrada los republicanos de ERC y de IU han cumplido fielmente el guión. No sólo han acusado al Rey de prepotente y señalado que ha perdido las formas -como si ellos fueran precisamente un ejemplo de educación exquisita, de acción jesuítica impoluta en eso de la contención- sino que, además, lo que es peor: han respaldado a ese dictador del tres al cuarto, que disfrazado de demócrata está llevando a su pueblo por el camino de las más rancias republicas bananeras. En cuanto a los dos grandes partidos PP y PSOE continúan a la greña llevando políticamente a su huerto electoral la cumbre borrascosa. Nadie esperaba que tras el incidente pasaran darse "piquitos en la boca" pero al menos podían haber disimulado un poco a la hora de sacar los trapos sucios de sus armarios.
Personalmente estoy de acuerdo con una amiga mía -boticaria ella y por lo tanto con las oreja simpre pegada al mundo real- cuando se pregunta en voz alta y ¿Ahora quién defiende al Rey de los ataques de ese lenguaraz? Pues, por mucho que se quiera, la mejor defensa, en estos casos, puede ser el ataque y eso en el lenguaje diplomático se visualiza llamando a consultas al embajador. Ya se que eso es lo que propone el PP y muchos creerán que me posiciono en ese lado a través de estas líneas, pero no es así. Me parece también que el PSOE hace bien calibrando las consecuencias económicas que una medida de ese tipo puede tener para las empresas españolas que tienen importantes intereses en esa y en otras zonas de de Iberoamérica y que cualquier precipitación en ese sentido puede ser catastrófica. Tal vez la solución tenga que ser a medio plazo y la venganza deba ser un plato que se sirva frío.
Si la respuesta al Zapatazo Real tal vez debe ser en pequeñas dosis, incluso administrándola con algo de vaselina por la parte donde la espalda cambia de nombre. A mí me parecerá bien, siempre y cuando no nos instalemos de nuevo en el "aquí no pasa nada" porque ya sabemos que cuando pasa... no es que llueva, es que nos viene el tsunami. Como dice mi amiga boticaria: primero nos automedicamos y al no observar mejoría queremos matar al medico de turno, al que no hemos acudido, porque no nos ha prestado la suficiente atención..... Más que nada, que diría aquel, es por joder...
Esther Esteban.
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