lunes, marzo 30, 2009

La grandeza del presidente

Entonces era impensable que tres años más tarde ganara en una segunda vuelta las elecciones de 1996 con el engendro de un frente épico.

Remitido por Alfonso Tejada-CDP-NY

Hay un país en el mundo es probablemente el texto épico que más conmovió a la juventud de postguerra. Aunque René con su Viento frío desafiaba dejar atrás esa épica patriótica, su adelanto poético era cifrado en momentos de fervientes dilemas ideológicos, terreno poco fértil para ver la patria como lenguaje, como la veía Borges, noción acogida por la filosofía hermenéutica convertida en clave de la trama política del siglo 21.
 
Era el 3 de septiembre de 1993 cuando un humilde abogado, entonces candidato a la vicepresidencia de ese épico país, “colocado en el mismo trayecto del sol”, analizaba la coyuntura política electoral.
 
Describía con discurso menudo los conflictos interiores del tribunal electoral a raíz de la sustitución de uno de sus jueces por causa de muerte. El presidente de entonces impuso a un homicida como juez titular. Aquel abogado, por orden de su partido, denunciaba el hecho como el germen de una crisis de legalidad.
 
Analizaba la política estadounidense hacia América Latina y el Caribe con el interés de destacar la ingerencia extranjera en los asuntos internos. Hablaba con poco convencimiento del fraude electoral de tres años antes y ponía en duda que algo parecido pudiera ocurrir en las elecciones de un año después.
 
Exponía sus ideas junto al hoy presidente del principal partido de oposición y algunos connotados dirigentes de la pulverizada izquierda criolla.
 
Aunque yo era un muchacho feliz y virgen de mente todavía, podía notar, sentado en la tercera fila del escenario, que el abogado bailaba entre los expositores con cierta destreza, aunque lo que allí ocurría no daba para imaginar lo que vendría luego.
 
Efectivamente se produjo el fraude contra Peña Gómez y la crisis postelectoral anunciada se hizo realidad. La posición del candidato perredeísta, el protagonismo en ciernes de participación ciudadana y el boomerang de las denuncias internacionales obligaron a que el heredero del régimen de Trujillo aceptara próximo a su declive una reforma constitucional que consagró nuevos comicios en dos años, prohibió la reelección y separó de las presidenciales la escogencia de legisladores, de síndicos y de regidores.
 
El abogado desenrollaba desde la lejanía del poder  los hilos de la situación que vivía el tropical país. Entonces era impensable que tres años más tarde ganara en una segunda vuelta las elecciones de 1996 con el engendro de un frente épico.
 
Llegó de la mano de los caudillos que eran la cara y la cruz de la misma moneda épica. Aquella a la que renunció René y que ahogó entre copas y desaires poco antes de pisar el ebrio acelerador para entregarse a la muerte retada con su canto en el heroico 65.
 
La grandeza del presidente proviene de haber asegurado el pasado épico y prorrogarlo, estirarlo, prolongarlo hasta donde ya no se puede más. Es la grandeza del príncipe que con su habilidad se encumbra por encima de su pueblo para vanagloriarse con exhibiciones de sabiduría comprada a los sabios de la plebe.
 
La grandeza del presidente está en ese querer ser grande. En ese deseo de quedar en la memoria de futuras generaciones como el más audaz, vencedor y conocedor del poder en una media isla cuyos habitantes buscan la felicidad en el olvido.
 
La épica racista enrostrada con paños de banderas en las efemérides, traducida en política de Estado, nos recuerda a cada instante lo que somos. Un país que tiene como enemigos a sus vecinos más cercanos, como principales socios comerciales sus invasores, como sus personajes a emular sus verdugos.
 
En medio de ello se erige la grandeza del presidente. Grande porque comprendió desde que pisó las alfombras del poder que el truco para serlo se esconde en dejar que los dueños del fluvial país hagan lo que le venga en gana, gocen de sus fortunas mal habidas sin importar el ronquido de la muerte entre los hogares de millones de sus habitantes.
 
Ese ronquido al que le cantó René antes de morirse, el mismo que generó el conflicto postelectoral que posibilitó la victoria de aquel abogado.
 
La grandeza del presidente nació cuando probó las primeras mieles. Creció cuando entregó buena parte de las empresas públicas a intereses ajenos al bienestar colectivo, proceso de privatización que resultó en bodas de sangre.
 
Esa grandeza se hizo más grande con su adhesión al consenso de Washington, y más todavía con su estar en el momento indicado y ser propietario de una ética adquirida en un mercado de competencia imperfecta.
 
La grandeza del presidente no pudo coronarse en su primer periodo. En la oposición fue invernada para mejores momentos. La ley impune de sus sucesores facilitó su regreso convencido de que lo iniciado ocho años atrás tenía que ser más grande.
 
Como carta sacó de la manga un metro que nunca ofreció y que nadie pidió, surtió su discurso con una revolución democrática pendiente desde los sesentas y transformó el frente épico en un bloque progresista que sumó toda suerte de personajes épicos.
 
Para sellar su grandeza no podía faltar una reforma constitucional que para pasarla, en un congreso de súbditos, estuviera aromatizada de manos técnicas y debates televisivos que la revistieran de legitimidad democrática haciendo innecesaria una constituyente elegida por voto popular.
 
Ya grande el presidente dispone a su antojo de su partido, otrora instrumento de la pequeña burguesía teorizada por su fundador como portadora de vicios y apetencias personales, y como subclase mediocre del capitalismo tardío.
 
También dispone para ser más grande del partido fundado por el déspota ilustrado cuya visión y prácticas echaron raíces en todas las esferas de la vida pública del frutal país. También reina entre las franquicias de todos los designios de insignes personajes provenientes de las épicas de origen izquierdista y ultraderechista.
 
Es tan grande la grandeza del presidente que ha logrado cuanto se ha propuesto en el marco del respeto de los sacrosantos intereses de las élites económicas y católicas del inverosímil país.
 
Goza de la más portentosa feria del libro que se realiza en el Caribe, del despacho de la primera dama más opulento de la historia, de los ministros más enjundiosos del continente, de una posicionada fundación que sustituye funciones estatales con recursos públicos; y del beneplácito, la alabanza y la defensa hasta la muerte de dignatarios eclesiásticos, de periodistas de nombradía, de  prominentes abogados y de expertos de todas las ramas del saber.
 
Casi en la gloria la grandeza del presidente se pone a prueba con la crisis del capitalismo mundial. Pero da señales de querer sobrepasar todos los obstáculos del nuevo camino. De ahí su foto con el más galardonado combatidor viviente del sistema, su acercamiento al presidente obrero del cono sur y la expresión de simpatía con los admirados cambios bolivarianos sin descuidar las renovadas aguas imperiales de la democracia made in usa.
 
Aún así la grandeza del presidente se ve empañada por las pequeñeces de las luchas médicas por mejores salarios acompañadas de encendidas protestas callejeras de comunidades que claman servicios públicos de baja inversión. Más empañada se ve por las acciones delictivas, escandalosas y sucesivas de sus propios ejércitos.
 
Que el ministro del interior y una parte de sus funcionarios vean en esos episodios un motivo de preocupación y de perturbación, que alucinen con el fantasma de la rebelión de abril de 1984 llama mucho la atención. Asoma la idea de que la grandeza del presidente talvez resida, más que en sus dotes y habilidades, en la ausencia de actores y de actoras sociales articulados con voluntades crítica y democrática.
 
Actores y actoras quizás atrapados en una épica que nos remite permanentemente al pasado. Esa sensación borracha que pudo haber conmocionado a René aquella noche de su fatídica muerte.
 
 
alfonsotorres68@gmail.com
 
 
Alfonso Torres, periodista

jueves, marzo 19, 2009

La conspiración en Cuba

El ex canciller mexicano Jorge Castañeda insiste en que tanto Chávez como Lage y Pérez Roque "tenían intereses comunes que resultaron en una acción común": conspirar contra Raúl Castro.

Por: Carlos Crespo 

La purga que se dio dentro del aparato político cubano a inicios de marzo siguió el mismo patrón de movimientos anteriores: renuncia, autocrítica y humillación de los involucrados.

Sin embargo, hay un dato resaltante que hace que el hecho haya llamado la atención del mundo entero: dos de los funcionarios involucrados en ella eran vistos como posibles sucesores de Raúl Castro.

A partir de este dato, y de las siempre escuetas explicaciones que da la nomenclatura de la isla, Jorge Castañeda, analista de la revolución cubana y ex canciller de Vicente Fox, propuso lo que ha llamado un "ejercicio especulativo bien informado" sobre lo que revelan los movimientos en la isla.

La conclusión la publicó la revista Newsweek: Hugo Chávez, el jefe del gabinete cubano Carlos Lage y el canciller cubano Felipe Pérez Roque tenían un acuerdo para conspirar contra Raúl Castro.

En comunicación telefónica desde México, Castañeda indica que es imposible establecer cuál de estos tres actores fue el que tomó la iniciativa.

Sin embargo, expresa que lo que sí está claro es que "los tres tenían intereses comunes que resultaron en una acción común" por el temor de que el hermano de Fidel conciliara con el gobierno norteamericano.

En su artículo, el intelectual mexicano recuerda que a Lage se le ha atribuido la dirección de la economía de la isla desde el inicio de los 90, mientras que Pérez Roque era un político que había logrado cierto respaldo popular por su carisma y su origen popular.

Para el analista político no hay duda de que Raúl presentó las pruebas de la conspiración a su enfermo hermano quien decidió sacarlos del gabinete. Castañeda explica que la expulsión de dos de los dirigentes más cercanos del longevo dictador no tiene relación con sus creencias ideológicas.

"No tiene nada que ver si son radicales o no, si son de izquierda o de derecha, si son corruptos o no. El único criterio de toda la vida ha sido si se presentan, a ojos de Fidel Castro y ahora de Raúl, como una amenaza real o potencial para ellos".

A su hipótesis Castañeda añade un elemento: la críptica carta de Fidel del 3 de marzo sobre el cambio en el Consejo de Ministros.

Luego de alegar que los funcionarios destituidos se habían dejado llevar por sus ambiciones de poder, el mandatario cubano introduce un extraño párrafo en el que menciona el Clásico Mundial de Beisbol.

En el texto Castro dice que "Leonel Fernández me contaba ayer por la tarde que los excelentes peloteros profesionales dominicanos no deseaban participar en esas competencias, estarían ausentes con dolor para el pueblo que los vio nacer", para luego agregar inmediatamente que "Chávez, ignora todavía por qué sus magníficos pitchers y bateadores serán derrotados por nuestros atletas".

Para el mexicano este es un mensaje cifrado a Chávez, quien habría contactado al presidente de República Dominicana para ganar su respaldo en la conspiración.

Sin embargo, Fernández se habría negado a participar. "Yo creo que lo pudo haber contactado en primer lugar porque estaba allí, en segundo lugar porque el presidente Chávez tenía pensado, sin razón, que Dominicana está tan dependiente por el tema del petróleo que está obligada a hacer lo que Chávez le pida".

Lo cierto es que, como es costumbre en Cuba, los funcionarios renunciantes admitieron por escrito "sus errores". Para el analista del gobierno cubano los cambios que se produjeron en La Habana no modificarán las relaciones de la isla con Estados Unidos.

"Yo no creo que el presidente Obama tenga mucho margen para hacer cambios importantes en relación con Cuba ni que Raúl Castro pueda tomar las medidas necesarias para este tipo de reconciliación".

Implican a Chávez en conspiración contra Raúl Castro

(forista Sikanda).-El ex-diplomático mejicano, Jorge Castañeda, señala en un artículo escrito para la edición de esta semana de la Revista Newsweek, que Hugo Chávez junto con los “indignos” Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, intentaron desplazar a Raúl Castro del poder. Al parecer Chávez había buscado apoyo internacional, incluso del presidente de República Dominicana, Leonel Fernández y se negaron a participar de la conspiración contra Raúl Castro.

Lea lo que dicen los foristas

Raúl llevó las pruebas de inteligencia a Fidel, y Chávez fue llamado a La Habana donde lo pusieron entre dos opciones: apoyar a Raúl o perder la seguridad que le proporciona el aparato de inteligencia cubana en Venezuela y quedarse expuesto a ustedes saben qué. De allí la salida de Carlos Lage y Pérez Roque como “indignos”.

A continuación, el artículo:

Durante años, dos temas de la sabiduría convencional han dominado los debates entre los Cubanologistas (subespecie tropical similar a la de los Kremlinologistas). En primer lugar, que el primer ministro adjunto y zar económico Carlos Lage se ha encargado de dirigir la economía de la isla desde principios de los años 1990, y, a pesar de las diferencias de opinión respecto a su rendimiento, ha sido percibido como uno de los más probables sucesores del hermano y a su vez sucesor de Fidel Castro, Raúl. En segundo lugar, que el Ministro de Relaciones Exteriores Felipe Pérez Roque no sólo fue el encargado de las relaciones internacionales en las que Fidel Castro tuvo cada vez menos interés, sino que fue una especie de hijo predilecto. La mayoría de los observadores, entre ellos varios ex presidentes de América Latina cercanos a Castro, lo vieron como el heredero aparente, una vez que el hermano del caudillo abandonara la escena. Por lo tanto, la decisión de Raúl de destituir a las dos estrellas hace quince días es un acontecimiento importante en Cuba y, a diferencia de anteriores purgas, ésta está claramente relacionada con la sucesión de Fidel Castro, y puede decirnos mucho sobre lo que está por venir.

El problema, por supuesto, es que, como en la Unión Soviética cuando Stalin murió, o en China después de la muerte de Mao, no sabemos muy bien lo que está sucediendo. Sin embargo, existen sólidas razones para creer que algo a lo largo de las líneas siguientes se llevó a cabo: por lo menos durante un mes o algo así, Lage, Pérez Roque y otros estuvieron aparentemente involucrado en una conspiración, traición, golpe o el término que usted prefiera, para derrocar o desplazar Raúl de su cargo. En este esfuerzo, ellos reclutaron a - o fueron reclutados por - Hugo Chávez de Venezuela, quien a su vez trató de recabar el apoyo de otros líderes latinoamericanos, empezando por Leonel Fernández de República Dominicana, quien se negó a participar.

El motivo (de Lage, Pérez Roque y Chávez) para desear derrocar a Raúl era principalmente el poder, pero también estaba el temor de que el líder pudiera sentirse amenazado por la reacción del pueblo cubano a un exceso de privación económica y social y que, luego de la desaparición de su hermano, no pudiera estar en condiciones de controlar la flujo de los acontecimientos. En consecuencia, Raúl aceptaría una serie de reformas económicas y políticas para normalizar las relaciones con los Estados Unidos, a sabiendas de que allí radicaba la única opción para la mejora inmediata en la vida de los cubanos. Estos (Lage y Pérez Roque) pensaron que esta actitud de Raúl era una traición a la revolución, y el principio del fin de su supervivencia.

Esta representaría la última de las muchas intrigas contra Castro desde 1959. Como de costumbre, Castro (Raúl este momento, antes, los dos hermanos) detectó la trama casi antes que los mismos conspiradores. Raúl llevó las pruebas recogidas por la inteligencia militar a su hermano enfermo, y le obligó a elegir: seguir con él y ampliar su apoyo a la ruta de sucesión determinada, o respaldar a Lage y Pérez Roque con la renuncia de Raúl. Con evidente decepción en sus viejos aliados, el Comandante Máximo respaldo a Raúl. A continuación, Chávez fue llamado a La Habana para ser sometido a otra alternativa del diablo: retroceder, manteniendo el apoyo económico de la isla, o perder su aparato de seguridad cubana y aparato de inteligencia, exponerse a los golpes y los intentos de asesinato de eventuales sucesores en Venezuela. Optó por seguir con la Castro.

El día después de su dimisión, los dos conspiradores fueron expulsados de sus puestos cayendo en desgracia. En una columna del periódico, Fidel acusó de albergar excesivas “ambiciones” alimentadas por la “miel de poder” y la “falta de sacrificio.” Dijo que había despertado las ilusiones de “potencias extranjeras” sobre el futuro de Cuba. Que es más importante, y enigmáticamente, recurrió a una metáfora de béisbol con motivo del Clásico Mundial de Béisbol para alabar a los dominicanos por no participar (los planes del equipo habían sido poco claros) y para afirmar que los peloteros de Chávez podrán ser muy ” buenos y jóvenes “, pero no están a la altura del todos-estrellas de Cuba.

Cuando los conspiradores fueron despojados de sus títulos, se publicaron las clásicas cartas estalinistas de mea culpa, reconociendo sus “errores” (sin decir lo que eran), y la promesa de lealtad a Fidel, Raúl y la revolución. Dicho comportamiento ominoso plantea preguntas. Pérez Roque fue muy popular en Cuba; su juventud, su origen humilde, su carácter combativo lo llevó más cerca de la población cubana que la mayoría de los burócratas. Una vez que Fidel se haya ido, ¿Raúl podrá mantenerlo controlado si y cuando él clamara ser el verdadero heredero de Fidel? Raúl podrá lograr un acercamiento con Washington con suficiente rapidez para aplacar la resistencia que sus oponentes podrían explotar? O deberá actuar para eliminarlos de la escena de un modo u otro, antes de que estos vuelvan envueltos en gloria?

Huelga decir que nada de esto puede ser plenamente sustanciado, y es muy posible que, de hecho, todo el asunto halla llegado a su fin. O, más probablemente, habrá una secuela: más persecución de los ídolos caídos, el descontento creciente en Cuba y dificultades cada vez mayores por parte de Raúl en la gestión de la sucesión.

Vale la pena recordar que Lenin, Stalin y Mao fueron incapaces de controlar sus sucesiones, y que no eran ni tontos ni un coro de niños. Hay poca razón para creer que Fidel, a pesar de todo su talento, será más exitoso.

Castañeda es ex canciller de México, Profesor Global Distinguido de la Universidad de Nueva York y miembro de la New America Foundation.

martes, marzo 17, 2009

MURIO LA MADRE DE WALLY SOLER. PRESIDENTE DEL CIRCULO DE LOCUTORES DOMINICANOS.

NOTA LUCTUOSA

 

 

Ha fallecido en la paz del señor la señora Francisca Díaz Soler, madre del actual presidente del Circulo de Locutores Dominicanos, Wally Soler.

 

La señora Díaz Soler, falleció a la edad de 74 años. Estuvo postrada en cama aquejada de quebrantos de salud. Le sobreviven sus hijos, Wally, Danny y Matty Soler.

 

Sus restos están siendo velados en la funeraria Savica de la Avenida Pasteur de Santo Domingo y será sepultada esta tarde a las 4:00 P.M en el cementerio Cristo Cristo Rendendor.

 

 

PAZ A SUS RESTOS

 

 

ENVIADO EL 17 DE MARZO DEL 2009 .

Miguel Guerrero enjuicia el ejercicio del periodismo en el país

Escrito por: ARISMENDY CALDERÓN (arismendy_ak47@hotmail.com)
Diario Hoy/Servicios Google

El influyente periodista y escritor miguel guerrero sostiene que El partidismo político ha secuestrado el ejercicio periodístico en el país.

Yo creo que la esencia no cambia, es decir, los principios y los valores periodísticos no los modifica el tiempo”. Sin embargo, Miguel Guerrero, periodista, escritor, concluye que, lamentablemente, el partidismo político está secuestrando el ejercicio periodístico en la República Dominicana.

Miguel es un apasionado de la prensa escrita, aunque hace años que se ha mantenido distanciado del diarismo, de las redacciones. Es, indiscutiblemente, un periodista actualizado, bien informado. Admite que la tecnología ha transformado el ejercicio y la forma de hacer periodismo en el país.

“Creo que los periodistas dominicanos parecen mejor preparados hoy que antes, que en mi época. Los periódicos están mejor redactados, hay una amplia visión de lo que es la noticia, que quizás por las facilidades tecnológicas, ayuda mucho eso, porque antes el periodismo era un poco rudimentario”.

Era una  terrible angustia en  los periodistas  redactar informaciones en viejas máquinas mecánicas, pasar las cuartillas a los correctores, corregir errores, digitarlas, y   la premura del tiempo en las redacciones, la presión de los cierres en los periódicos. Todo quedó atrás.

“Ahora, a través de la tecnología, uno puede guardar los originales, modificarlos, mover un párrafo de primero al último. Antes había que romper la página y escribir la noticia de nuevo”. Sin desdeñar los tiempos dorados del diarismo que ejerció a plenitud, Miguel Guerrero afirma que actualmente se está haciendo un buen periodismo en el país, pues se ha preservado el sentido crítico. Obviamente, el ejercicio periodístico tiene su lado amargo.

“Creo que el partidismo político está secuestrando el periodismo dominicano, la lealtad de muchos periodistas. Aparentemente, están más con sus creencias ideológicas que con el periodismo propiamente dicho.  Esa falta de lealtad hacia el periodismo conspira contra la calidad del periodismo”.

 La arbitrariedad oficial es, en sentido general,  más sensible al periodismo de opinión que al periodismo informativo, afirma, “aun cuando el primero hace más daño, porque puede erosionar más la imagen de un gobierno.

Guerrero opina que, en lo que respecta a la libertad de prensa, a los derechos ciudadanos, a la crítica,  los sentimientos de los gobiernos que se han sucedido en distintos períodos no han cambiado en lo absoluto. Sólo han variado sus métodos. “Yo he sentido muchas veces el látigo de esa intolerancia del sistema, de la autoridad. Pero uno trata de resistirse a ella ¿no? Uno tiene que pagar el precio de hacer periodismo”.

Prefiere no enjuiciar, cuestionar o condenar a periodistas  que aceptan dádivas,  que  aceptan “tentaciones” o no son leales al periodismo, ni a aquellos comunicadores que no  resisten la capacidad de intimidación que tiene el poder político aquí o en cualquier otra nación.

¿Una trama para desplazar a Raúl Castro del poder?

Escrito por: RAMÓN ARTURO GUERRERO (r.guerrero@hoy.com.do) Diario Hoy, Servicios Google

La brusca destitución del Canciller cubano Felipe Pérez Roque y del Vicepresidente Carlos Lage Dávila, en medio de un evento internacional en La Habana, no quedó clara en los centros donde se monitorea la política cubana. Ahora, el internacionalista y ex Canciller mexicano Carlos Castañeda dice, en un artículo publicado en el  número de la próxima semana de la revista norteamericana Newsweek, que se habría tratado de un intento de desplazar a Raúl Castro del poder, con la complicidad de Hugo Chávez. Este habría buscado apoyo internacional, incluyendo el del Presidente Leonel Fernández.

El presidente Leonel Fernández se habría negado a cooperar en una conspiración interna para desplazar al presidente  Raúl Castro, supuestamente orquestada por dos altos funcionarios cubanos que luego fueron destituidos,  en alianza con el líder venezolano Hugo Chávez, según revela en un artículo de opinión en el semanario norteamericano Newsweek el ex canciller mexicano Jorge Castañeda. El articulista no abunda en la razón que tiene para mencionar al doctor Fernández.

De acuerdo a la complicada madeja descrita por el ex diplomático azteca, hace como un mes el ex canciller Felipe Pérez Roque y el ex vicepresidente Carlos Lage Dávila, junto a otros “estaban  aparentemente involucrados en una   conspiración, traición, golpe o  cualquier término que se prefiera, para derrocar o desplazar a  Raúl de su posición. En este esfuerzo ellos reclutaron, o fueron reclutados por el venezolano Hugo Chávez, quien a su vez trató de enlistar el apoyo de otros líderes latinoamericanos, comenzando con Leonel Fernández, de la  Republica Dominicana, quien rehusó participar”.

Según el artículo, que saldrá en la edición del próximo día 23 de Newsweek,  las razones de los presuntos conspiradores para desplazar a Raúl serían  “influencia y poder”, y agrega: “…pero ellos también temían que el líder comenzaba a sentirse amenazado por la   reacción del pueblo  cubano a las  excesivas privaciones  económicas y sociales, y tras el fallecimiento de su hermano se vería imposibilitado de controlar  los acontecimientos. Consecuentemente,   aceptaría una serie  de reformas  económicas y políticas a fin de normalizar las relaciones con los Estados Unidos, sabiendo que en ello  descansa la única opción para el mejoramiento inmediato de las vidas de los cubanos. Ellos consideraron que esto sería una traición a la revolución, y el comienzo del fin de su supervivencia”.

Castañeda, quien no cita ninguna fuente y  se apresura a aclarar que “nada de esto puede ser comprobado”, dice que Raúl llevó a su hermano la evidencia recogida por la inteligencia militar y lo forzó a escoger entre la sucesión tal como ha sido acordada y los conspiradores. Según Castañeda, Fidel se inclinó a favor de Raúl y, posteriormente, el presidente Chávez fue convocado a La Habana y puesto a escoger entre echarse a un lado del asunto y mantener el apoyo económico a la isla o exponerse a perder “su seguridad y aparato de inteligencia cubanos, exponiéndose así a golpes e intentos de  asesinato”.

Castañeda publicó hace años  una biografía del Ché Guevara que lo puso en contradicción con la dirigencia cubana.

sábado, marzo 07, 2009

Agustin Blanco Muñoz // ¡Esta revolución comenzó matando!

El correo de Marilén Hobaica sobre mi artículo anterior lo tomo como representativo de unos lectores que no quieren leer esta columna, pero que de todos modos la leen. 

Ella  dice: "Cada vez que lo leo, pienso que usted, o quiere una confrontación sangrienta entre los venezolanos, o es un quinta columna del chavismo."... Luego agrega ejemplos de  casos en los cuales se ha logrado sacar dictaduras con el arma del voto. Y concluye: "No se puede cuestionar todo  sin proponer nada distinto al caos".

El propósito en esta ocasión no es la autodefensa. El lector, en efecto, debe pensar y sacar sus propias conclusiones. Pero consideramos de mucho interés reflexionar sobre la confrontación sangrienta y  el trabajo para el caos a que alude la crítica...

Lea más...

En Venezuela Estado no consigue vía de eficiencia en manejo industrial

El Gobierno todavía no logra que las empresas expropiadas en la ronda del año 2005 registren ganancias 
Servicios Google/El Universal, Caracas
La nómina estatal ha crecido sin cesar y ya se ubica en 2,28 millones de personas

   El Ejecutivo ha experimentado con todos los esquemas para lograr la eficiencia en el manejo de los negocios que considera estratégicos, pero aún no lo logra.

Desde la intervención de tierras para entregarlas a los campesinos y la recuperación de industrias que cerraron durante el paro petrolero para entregarle la gestión a sus trabajadores, los ensayos han dado resultados tan pobres que el Gobierno se ha visto obligado a relegar la participación de la población para asumir directamente los proyectos, aunque esto tampoco ha garantizado un final feliz.

Además, la visión estatal del negocio, al menos la que propulsa el presidente Hugo Chávez, incluye mecanismos poco ortodoxos en cuanto a la inyección de recursos a las empresas para mantener o aumentar su productividad, y más se prevé que el dinero se deposite en un fondo manejado por el propio jefe de Estado, lo que significará que las empresas más eficientes cubrirán a las más débiles.

El inicio de la historia La Ley de Tierras que se aprobó por la vía rápida en el año 2001 determinó el pase a manos de los campesinos de extensos terrenos aptos para cosechar, especialmente en los estados Barinas, Bolívar, Cojedes o Apure.

Un reporte del año pasado sobre los fundos zamoranos en los predios "rescatados" indica que existen casos documentados sobre corrupción en la entrega de créditos, predios antes productivos que ahora no lo son o casos de parcelamientos y reventas de tierras.

El ensayo se mudó en 2005 al área industrial a través de la política de expropiar fábricas paralizadas y dejarlas en manos de sus trabajadores, de manera que se cumplía la premisa tan repetida por el presidente Chávez de darle "más poder al pueblo", pero eso jamás llegó.

La promesa inicial fue entregarle a los trabajadores un porcentaje accionario de las fábricas recuperadas, aspiración que permitió el apoyo de la masa laboral a las declaratorias de utilidades pública. Mientras tanto, sería el Ejecutivo el accionistas mayoritario en la papelera, fábrica de tubos y textilera que fueron recuperadas.

Tres años más tarde, y ante factorías plagadas de problemas de suministro de materias primas, pérdidas y malas gestiones, el Gobierno decidió que no era buena idea darle la gestión de esas industrias a los trabajadores y lanzó al olvido la posibilidad de la cogestión.

Sin embargo, empresas como Invepal, Invetex e Inveval, entre las más representativas del proceso, no muestran avances significativos ni en producción ni en arranque, como es el caso de la textilera.

Luego de este experimento el Ejecutivo se embarcó en la posibilidad de crear sus propias empresas para cubrir las necesidades básicas de la población. La idea era concentrar los esfuerzos en el tema alimentario, pero los resultados positivos tampoco han llegado.

Poca pericia Desde la esfera gubernamental hablan de 50 empresas estatales dedicadas a los cereales, lácteos, productos cárnicos, servicios agrícolas y redes en frío, entre otros asuntos. Aun así, la mayoría de la veces más de la mitad de la oferta de productos básicos en la dieta del venezolano, como la carne, la leche, el aceite, el azúcar o los granos, depende de las importaciones.

Ante el reiterado fracaso en lograr el control productivo de sectores estratégicos, desde el año 2007 el Estado comenzó a hacerse con una serie de empresas tales como Cantv, Sidor, las cementeras, las eléctricas, así como la adquisición de la industria láctea Los Andes.

El planteamiento del Gobierno es que las utilidades que generen esas empresas sean depositadas en un fondo que manejará el Ejecutivo, lo que impide la posibilidad de invertir las ganancias en las propias industrias para incrementar sus niveles de productividad.

Ahora, en momentos en que el mundo se encuentra sometido por una crisis económica, el mandatario nacional decidió una nueva ola de expropiaciones e intervenciones, esta vez centradas en las industrias dedicadas a la producción o procesamiento de productos con precios regulados, al menos por los momentos.

Las medidas contra las plantas de arroz y las procesadoras de harina de maíz precocida se traducen en que el Estado asumirá funciones que lo recargan en materia financiera.

No sólo se trata de la inyección de recursos adicionales para el mantenimiento y la inversión de todo el aparato industrial que ha tomado, sino también de una nómina laboral que crece con cada expropiación.

El número de trabajadores que dependen del Estado aumentó a 2,28 millones de personas en enero, según indica el Instituto Nacional de Estadística.

Suhelis Tejero Puntes
EL UNIVERSAL

jueves, marzo 05, 2009

Fidel: Mi encuentro con Leonel Fernández

El presidente Leonel Fernández y el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, durante el encuentro que sostuvieron el lunes en la tarde por dos horas en las que trataron sobre distintos tópicos, entre ellos la crisis económica en America Latina, el legado de Juan Bosch y sobre la participación de ambos países en el Clásico Mundial de Béisbol que se inicia el sábado.

El ex presidente cubano Fidel Castro revela algunos detalles de su conversación del lunes en la tarde con el presidente Leonel Fernández, en su columna “Reflexiones del Compañero Fidel” que reproduce hoy el diario Granma.

El extenso texto de la columna de Fidel dice:

 Servicios Google

Por Fidel Castro Ruz

LA HABANA (Granma).- Se produjo el pasado lunes 2 de Marzo, a las 4 y 58 de la tarde.

Lo conocí en República Dominicana cuando lo eligieron por primera vez como Presidente. Fue particularmente deferente conmigo. Habló de sus primeros esfuerzos por incrementar la capacidad de generar electricidad con mucho menos consumo de fuel oil, cuyos precios crecían rápidamente.

Nadie le regaló el cargo; llegó a él a través de una especie de selección natural en virtud de la cual ascendió políticamente a medida que los acontecimientos históricos se desarrollaban.

Hijo de una mujer dominicana que, como otros muchos compatriotas suyos, había emigrado a Estados Unidos, fue llevado en compañía de su hermano a la ciudad de Nueva York, donde aprendió a leer y escribir.

Tuvo la suerte de que la madre seguía de cerca los problemas de su patria, y le trasmitía opiniones y criterios revolucionarios que lo condicionaron para los nuevos tiempos que vivía el pueblo dominicano.

Por vías diferentes a las mías llegó a criterios propios, que determinaron su actitud ante situaciones que eran parecidas, y a la vez muy diferentes, a las que yo viví 23 años antes en Cuba, donde sin haber cumplido 6 años de edad, una joven maestra cubana, junto a dos hermanas, sin duda de extracción pequeño burguesa santiaguera, vivían en condiciones de bastante pobreza, después de estudiar, una medicina, otra magisterio y la tercera piano en una universidad de Haití, el país vecino más próximo a Cuba y a la patria de Leonel Fernández.

Me correspondió la dura experiencia del hambre, sin saber en qué consistía, confundiéndola con un feroz e inusitado apetito, en la Ciudad de Santiago, donde vi asombrado por primera vez una ciudad, y la maestra que atendía la escuela de Birán, en pleno machadato, no recibía salario seguro y sí una buena pensión de mi casa, persuadiendo a la familia de que me enviaran a Santiago.

Aprendí a sumar, restar y multiplicar, gracias al forro rojo de una libreta escolar, antes de leer y escribir. Comencé así a ejercitar la imaginación, pero me retrasaron dos años, que con esfuerzo, recuperé más tarde.

Tal vez de este modo se comprende mejor mi interés en conversar con Leonel a la luz de los tiempos actuales.

Conocí a Juan Bosch, historiador e ilustre personalidad dominicana en 1946, cuando no había cumplido aún 20 años, era estudiante del segundo año de la carrera de Derecho y líder de los estudiantes de esa Facultad, presidente por añadidura de la organización de solidaridad con la democracia dominicana, en la lucha de ese valiente pueblo contra la tiranía trujillista, erigida por las fuerzas norteamericanas que habían intervenido la isla en 1928.

Bosch y yo estábamos en el batallón Sandino, héroe nicaragüense que luchó contra los interventores yankis y fue asesinado por esto, a raíz de otra intervención imperialista en aquel país centroamericano.

El prestigioso intelectual dominicano no era el jefe de aquella expedición. La dirigían otros políticos dominicanos. Casi todos actuando de buena fe, pero movidos por ideas e intereses de clase, incluso oligarcas y burgueses.

Lo peor es que en lo que se refiere a Cuba lo dirigía lo más corrompido del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico), nombre hurtado al Partido Revolucionario Cubano creado por Martí para luchar por la independencia de Cuba y Puerto Rico, los dos últimos enclaves coloniales de España en América Latina a fines del siglo XIX.

Nadie entendía el confuso galimatías del Profesor de Fisiología Grau San Martín, heredero de la Revolución desatada por Antonio Guiteras Holmes, Ministro de Gobernación del Gobierno Revolucionario, que surgió tras el machadato, después de la caída del tirano en 1933.

El hambre inocente a la que ya me referí completaba el cuadro.

Cuando la Revolución triunfa el 1 de enero de 1959, Leonel por su parte había cumplido apenas 6 años.

Jiménez Moya, que junto a otros revolucionarios dominicanos aterrizó en las inmediaciones de la Sierra Maestra en un avión civil venezolano, conduciendo 150 fusiles semiautomáticos Garand que disparaban 9 cartuchos 30.06 por peine, y un fusil FAL que personalmente me envió el almirante Larrazábal, quien presidía el Gobierno Provisional venezolano, a la caída del dictador pro yanki Pérez Jiménez, se incorporó a nuestras fuerzas en unión de otros compatriotas suyos, cuando librábamos los últimos combates en la región oriental de Cuba.

En el cerco de un batallón enemigo de tropas especiales bien entrenadas, fue herido de gravedad. Atendido por nuestros médicos de campaña se recuperó y estuvo listo para la operación el 14 de junio en Santo Domingo, en el año 1959.

Ese día, a las 6 y 20 de la tarde, 56 combatientes dominicanos aterrizaron en el aeropuerto militar trujillista de Constanza, sin que les quedara otra alternativa a esa hora que hacerlo en ese punto y no en el sitio escogido. Casi en su totalidad murieron después de heroica lucha.

Otros 169 llegaron por mar días después y corrieron la misma suerte. La idea coordinada y elaborada por los propios combatientes no pudo instrumentarse. El adversario, como siempre, acudió a la tortura y el terror. Es una historia que estaría por escribir.

La sangre común derramada en nuestras luchas por la independencia y en las décadas del 50 y el 60 unió para siempre a nuestros pueblos.

Ya triunfante la Revolución en Cuba, bajo el gobierno de Eisenhower, el país fue sometido a férreo bloqueo económico, una feroz campaña terrorista y atacado posteriormente por Girón, con tropas mercenarias cubanas.

El coronel Francisco Caamaño Deñó se subleva contra la jefatura militar trujillista en el año 1965 y exige el regreso de Juan Bosch, que había sido electo Presidente por el pueblo en diciembre de 1961. A él y sus oficiales y soldados se une un grupo de revolucionarios que se habían entrenado en Cuba.

El Congreso dominicano lo elige Presidente de ese país.

El gobierno imperialista de Estados Unidos, asustado por los acontecimientos, envía la 82 división aerotransportada y más de 40 mil hombres de la infantería de marina a ocupar la isla.

Caamaño mantuvo a raya aquellas poderosas fuerzas invasoras y los hostigó sin descanso, obligándolos a negociar. Había jurado que no se rendiría jamás. Cuando aquéllos habían suscrito un acuerdo, con garantías que nunca cumplieron, el coronel Caamaño abandonó el territorio nacional y fue designado por el gobierno como agregado militar en Londres.

Pero no era hombre que se resignara a esa tarea. Quería regresar a Santo Domingo para luchar contra los que oprimían a su pueblo. Se dirigió a nosotros solicitando nuestra cooperación.

Tampoco deseábamos que entregara su vida en cualquier momento, habríamos deseado circunstancias más favorables, pero nuestra palabra era sagrada.

Vivió entre nosotros un tiempo, apoyado en la promesa de facilitarle el regreso con las armas en la mano tan pronto lo decidiera.

Guardaremos siempre como un gran honor la confianza que depositó en nuestro pueblo.

Es otra historia que está por escribir con todo el rigor necesario.

Sabía que Leonel, entre otras cosas, admiraba la cultura de nuestro pueblo. Me permití por ello presentarle una página con 26 líneas que contiene una brevísima historia del poeta negro Gabriel de la Concepción Valdés, conocido como Plácido que, el 1 de Marzo de 2009 cumplió un aniversario más de su arresto, junto a otros de su raza. Se le acusó de conspirar en contra de los blancos y después de 4 meses de prisión fue fusilado el 29 de junio de 1844.

Tal era el concepto de justicia que el imperio español durante siglos aplicó en Quisqueya y en Cuba.

Yo había conocido, cuando cursaba el 6to. grado de primaria en el Colegio Dolores de los Jesuitas, la famosa Plegaria a Dios del genial poeta que siempre recordé.

Leonel lo leyó, con él estaba el compañero Esteban Lazo, Miembro del Buró Político, designado recientemente por el Partido para organizar el 200 aniversario del nacimiento del poeta, que se inicia dentro de 15 días.

Me alienta saber que nuestro pueblo podrá conocer la vida, el pensamiento y los versos insuperables de Plácido.

Donde la conversación con Leonel adquiere su mayor dimensión es cuando entra en el tema del costo de la actual crisis. A partir de ese instante, su mente no cesa un minuto de elaborar razonamientos, para expresar con cifras exactas cada uno de los capítulos principales del costo de la actual crisis.

Comienza por esclarecer la duda, casi universal, y la confusión entre el significado del billón inglés y el billón español.

Un billón inglés significa solamente 1000 millones.

Un billón en español significa para nosotros un millón de millones.

En las notas y en las cifras de cables y artículos se crea una enorme confusión.

 

Por ello Leonel utiliza la palabra trillón, califica así al billón norteamericano. Su significado exacto equivale al millón de millones.

Si desea señalar el PIB de Estados Unidos, que alcanza la cifra de casi 15 millones de millones, él lo expresa afirmando que el PIB de esa poderosa nación se aproxima a 15 trillones de dólares.

Formulada la aclaración, no se detiene un minuto en explicar a cuánto asciende lo gastado por Bush en la guerra de Iraq, añadido al déficit anual en el presupuesto de ese país, lo que calcula uno por uno, hasta el próximo 19 de marzo; le agrega de inmediato el plan de rescate de Bush; acto seguido suma el plan de rescate de Obama y así sucesivamente.

En este caso se limita a lo que la crisis cuesta en Estados Unidos. Comienza el cálculo de lo que a su vez cuesta a los países de Europa, primero a los de la eurozona, que son apoyados por el Banco Central europeo, después los de todos los países del Este Europeo y por último Gran Bretaña y Suecia.

Sin detenerse, Leonel pasa a revisar los costos en los países del resto del mundo.

Hace comparaciones entre el PIB de Estados Unidos y las demás naciones. Los suma todos. Calcula los déficit planteados en cada una de ellas. Pasa a calcular los préstamos que llevan a cabo los bancos para sostener la producción de cada una de las empresas productivas, las veces que prestan el dinero depositado en los bancos, las sumas del total de préstamos, generadores de derivados tóxicos, y el ascenso a cifras que equivalen a cientos de trillones de dólares.

La especulación financiera impera por doquier, afirma Leonel.

"En la especulación actúan personas que no producen."

"Alguien vende un petróleo que no produce y alguien compra un petróleo que no piensa consumir."

"Ocurre lo mismo con los alimentos."

"Así ocurre con todo."

La hipoteca se convierte en un título que se comercializa en el mercado, prosigue, sin que el dueño de la casa lo sepa. Puede perder su vivienda en virtud de una operación que se realiza en un país distante.

"El neoliberalismo se desmorona por sí mismo."

"Volver a los principios del keynesianismo no resuelve la crisis actual."

"Eso implica la búsqueda de nuevas ideas."

Leonel sabe que las cifras son abrumadoras, le preocupa la necesidad de que tales sumas sean comprendidas aunque parezcan absurdas y promete seguir suministrando datos.

Yo definiría la tesis de Leonel tal como él ve las cosas: el capitalismo es un sistema que suda toxinas venenosas por todos los poros.

Con la pasión con que su voz se escucha, deduzco que los yankis maldecirán la aritmética que le enseñaron a Leonel en Nueva York, cuando aprendió a leer y escribir.

Por su parte, el poderoso órgano de las finanzas internacionales, The Wall Street Journal, publica el 2 de marzo un artículo de Tunku Varadarajan, afirmando que Nouriel Roubini, el gurú económico, sostiene firmemente que una intervención temporal es la mejor solución a la crisis financiera.

"Nouriel Roubini, siempre se viste de blanco y negro, lo conozco desde hace casi 2 años y lo he visto en distintas situaciones, camino a clase en la Escuela de Negocios Stern, de la Universidad de Nueva York, donde es profesor; tomando una copa de vino en su lobby, en el barrio de Tribeca, en Manhattan; en una conferencia académica, sentado sabiamente en la tarima; en una fiesta bohemia en el barrio de Greenwich Village a las 3 de la mañana."

"Siempre luce un traje negro con una camisa de lino blanca."

Roubini es dueño de la firma de consultoría Roubini Global Economics, ubicada en el centro de Nueva York. Es en la actualidad la persona cuya opinión sobre la crisis es la más solicitada por los principales órganos de prensa de Estados Unidos.

"La idea de que el gobierno desembolse millones de millones de dólares para rescatar instituciones financieras y seguir gastando en activos incobrables no es atractiva, porque entonces el costo fiscal es mucho mayor, en lugar de ser visto como algo bolchevique, la nacionalización es vista como pragmática. Paradójicamente, la propuesta está más orientada al mercado, que la alternativa de los bancos zombis."

"Entonces, ¿será el nivel más alto del gobierno estadounidense receptivo a la idea de nacionalizar los bancos? ‘Creo que sí’, afirma Roubini sin dudar. ‘Personas como Lindsey Graham (el senador republicano de corte conservador) y Alan Greenspan (ex presidente de la reserva federal) ya le dieron una bendición explícita. Eso de alguna forma protege a Obama’."

"Entonces, ¿cuál es exactamente la filosofía económica de Nouriel Roubini? ‘Creo en la economía de mercado’, afirma, con algo de énfasis. ‘Creo que la gente reacciona a los incentivos, que los incentivos son importantes, y que los precios reflejan la forma en que las cosas deberían ser distribuidas. Pero también creo que las economías de mercado a veces tienen fallas de mercado, y, cuando se producen, hay cabida para una regulación prudente (no excesiva) del sistema financiero’."

Dos cosas en las que Greenspan se equivocó por completo fueron creer que, en primer lugar, el mercado se autorregula, y en segundo lugar, no hay fallas de mercado.

En dos palabras, para el periodista de The Wall Street Journal, Tunku Varadarajan y el eminente experto Nouriel Roubini, el sistema capitalista no puede funcionar sin el mercado, pero el mercado no puede dejar de regularse; por tanto, el Estado debe garantizar las dos cosas.

Comprendo la angustia de Leonel cuando medita seriamente sobre el costo de la crisis. La propia sociedad que ha impulsado al sistema capitalista desarrollado no sabe ahora cómo enfrentar el problema, y sus teorías más reconocidas lanzan ideas como las que acabamos de informar.

Con la mayor serenidad del mundo regresa a los problemas más concretos de Santo Domingo y va señalando cada una de las medidas que se propone tomar en los próximos años. En este punto, su caballo de batalla son los fondos sociales. Enarbola con fuerza la idea de que en los fondos sociales de los países de América Latina los descuentos de los salarios reales de los trabajadores constituyen una fuente de capital que, manejado por el Estado, acumula recursos que no pierden valor, por cuanto éste crece cada año.

Invertidos en viviendas y otros servicios decisivos de la población, descontando una parte real del trabajo vivo que se invierte cada año en ellos, el valor de tales fondos crecería continuamente.

Observando el desarrollo del Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Desarrollo he apreciado en los primeros dos días un fuerte acento de los economistas de prestigio internacional reunidos en Cuba, que se pone en la búsqueda de una fuente de acumulación de capital al servicio de la sociedad con esperanza de liberar a ésta de las crisis que está padeciendo.

De repente, ante el cúmulo de teorías y soluciones salvadoras, vienen a mi mente otras realidades y me pregunto.

¿Podrá la ciencia dar una respuesta urgente al descongelamiento de los círculos polares Antártico y Ártico, que se está produciendo a ojos vista, y que la atmósfera alcanza los niveles de calor más altos en los últimos 700 mil años, algo que Naciones Unidas y otras prestigiosas instituciones conocen?

Comprendo que tales cifras pueden desalentar a unos pocos, pero ¿no sería peor ignorarlas?

Ahí sin embargo no concluyó la conversación con Leonel. Me dijo que viajaría a Santiago de Cuba para poner unas flores al pie de la lápida que guarda los restos de nuestro Héroe Nacional. Fue éste quien en Montecristi declaró que se iniciaba la batalla final contra el poder colonial español, para liberar a Cuba y Puerto Rico. Con él viajaba Máximo Gómez, quien nos enseñó y perfeccionó en los campos de Cuba las cargas al machete.

Martí en Dos Ríos lanzó la consigna que presidió las luchas futuras de nuestro pueblo contra el dominio imperialista en los países de América Latina.

Antes de despedirnos me dijo: "¿Sabes una cosa? No quiero marcharme de Cuba sin visitar el cuartel Moncada." Yo ni siquiera había recordado aquella fortaleza en medio de tanta historia. No le hice muchos comentarios y le di las gracias por su deferencia. Quiso una foto de cámara digital. Se buscó una y se tomó la imagen. Cuando me dijo que no quería exponerse a que lo desmintieran, le respondí bromeando que nadie correría ese riesgo, porque sabían que yo podría montar en avión y aterrizar en un país vecino.

Así transcurrió agradablemente el tiempo. Mientras escribía estas líneas el miércoles 4, escuché las encendidas palabras de Manuel Zelaya, Presidente de Honduras, que asistió al Encuentro sobre Globalización y Desarrollo, y ayer había pronunciado un gran discurso en ese evento. Más encendidas todavía fueron sus palabras con que condenó el bloqueo a Cuba; su oratoria es impresionante. Lástima que se marche hoy sin saludarlo. Es la segunda vez que visita Cuba. ¿Pero qué hago, de dónde saco tiempo?

Fidel Castro Ruz

Marzo 4 de 2009

domingo, marzo 01, 2009

Dos visiones sobre el PRD

Wilfredo Alemany

De Miguel Vargas Online

Con el título El PRD NO PUEDE OCUPARSE DEL PAIS, Juan Bolívar Díaz pone el dedo sobre la llaga en muchos aspectos que tienen que ver con estrategias, tácticas e historia de esa organización política y de algunos de sus principales dirigentes.

Comparto su afirmación de que el PRD hizo “el ridículo” frente a la convocatoria del gobierno a una Cumbre, pero solo en lo concerniente a lo tardío de su respuesta. En cuanto a todo lo demás y, por lo ya conocido en torno a ese evento, queda claro que este gobierno se ha burlado una vez más del país. Y que la decisión del PRD y de numerosas y prestigiosas organizaciones cívicas y populares, de no acudir al citado evento en las condiciones pautadas por el gobierno, fue correcta.

Juan Bolívar considera que es “…equivocada (la) estrategia de Miguel Vargas Maldonado de perseguir la presidencia del partido para asegurarse la candidatura presidencial…” porque eso “…determina una intensa y larga lucha sin cuartel que podría culminar en una división del principal partido de la oposición y el mas antiguo del sistema político nacional”. Esto quiere decir que anda muy mal un partido que puede dividirse porque uno de sus más destacados miembros pretende ejercer un derecho consagrado en sus estatutos.

Al igual que amplios núcleos de la población dominicana, JBD cree, que la situación por la que atraviesa el PRD, “…alienta las corrientes continuistas en torno al presidente Leonel Fernández, cosa que implícitamente considera, no conviene al país.

En su análisis JBD se ha decantado, de la mejor buena fe, por una de las Visiones que hoy se debaten en el PRD. Aquella que considera que en lo fundamental, tanto la estructura actual, los estatutos y hasta la mayoría de su liderazgo, es lo que el PRD necesita para hacer oposición y alcanzar de nuevo el poder. Bastaría con ponerse de acuerdo en algunas cosas para ”evitar confrontaciones”.

Quienes así piensan, al parecer no alcanzan a ver por que”…el PRD se muestra incapaz de presentar planteamientos unificados, serios y coherentes sobre la forma de enfrentar la crisis económico-social…”.

En el análisis que comentamos se menciona de soslayo que en lo que respecta al tema de la Cumbre “…la respuesta de Miguel Vargas Maldonado “pareció la mas adecuada”. Debía verse en ese “pequeño” detalle que, detrás de la propuesta a tiempo y detallada de Miguel Vargas hay una VISION profundamente diferente a la que sostienen muchos en el PRD.


La propuesta de MV presentada al país, a propósito de la Cumbre, es una reiteración de lo que ha sido su posición en varias ocasiones en que el país ha sido sacudido por eventos de diferente índole, como fueron las tormentas Olga y Noel. Recuérdese que también en esa ocasión MV presento al país un conjunto detallado de propuestas para, abordar los efectos de esos fenómenos naturales, que se convirtieron en catástrofe por el mal manejo de la Presa de Tavera por parte de las autoridades.

Miguel Vargas y los que formamos parte de su tendencia en el PRD creemos que justamente lo que permite la situación de la que se queja, con justa razón JBD, es una estructura partidaria que privilegia los acuerdos en la cúpula, y margina a las bases de la organización en la toma de decisiones. Con mecanismos hipertrofiados que impiden la renovación de sus cuadros; la discusión permanente de los problemas del país, para plantear soluciones y construir una alternativa a los que hoy nos mal gobiernan. En el PRD existe una Visión donde los organismos son suplantados en cada coyuntura por acuerdos de aposento, en la que el liderazgo medio y las bases solo sirven para legitimar el reparto de las instancias de poder del partido y que lo separa de la sociedad.

Muchos de los que nos adversan al parecer están complacidos con las cuatro victorias electorales, obtenidas después de casi 50 años de haber llegado la primera avanzada perredeista a la Republica Dominicana. Solo 12 años de gobierno, siendo un partido mayoritario no parece ser un buen average.

Dice JBD en su análisis que “…la estrategia (de MV) de unificar la dirección partidaria y la candidatura presidencial como imprescindible para alcanzar el gobierno, va contra la tradición del PRD que en sus cuatro victorias presidenciales equilibró fuerzas y grupos…” dejando en manos diferentes la dirección del partido y la candidatura presidencial. Esta tradición es vista, evidentemente, como exitosa.

Es posible que se nos diga que estamos especulando, si afirmamos que probablemente ese esquema es el que le ha impedido al PRD haber sido gobierno más veces de lo que ha sido. Solo compárese al PRD con los otros dos grandes partidos del sistema, en cuanto a los años que han gobernado desde que ambos fueron formados.

La historia del PRD recoge que esa modalidad que reparte los poderes internos, obliga a la formación de grupos, no necesariamente tendencias, que devienen a lo interno en una especie de federación de partidos, que se replica en cada instancia de decisión y en los frentes de masa y en la elección de cada aspirante a un puesto municipal o legislativo.

En ese esquema organizativo cuando la distribución del poder no puede pactarse en la cúpula y las bases no pueden ejercer su soberanía de forma democrática, asoma el fantasma de la división, o de la inacción que paraliza.

Esa situación la salvaba el Dr. José Francisco Peña Gómez, en una permanente tensión entre los poderes especiales, que se le otorgaban por presión de las bases, y la transferencia de poder a estas, mediante la elección directa de los dirigentes, y de los aspirantes a puestos públicos. Fue una estructura de reparto y no sus legítimas aspiraciones a la candidatura presidencial lo que dividió al PRD a principios de los noventa. Por eso su empeño en votaciones abiertas y directas de las bases, para garantizar que la cúpula no tuviera la primera y última palabra en las cosas más importantes del partido.

Y ni hablar de la feroz oposición que se hacia al gobierno de su propio partido en las cuatro ocasiones que ha sido gobierno. La parcelización del poder impide la asunción de un plan único de partido que se pueda implementar una vez se llegue al poder.

El modelo que plantea Miguel Vargas unifica en una sola estrategia todo el potencial de una estructura que tiene como meta un objetivo: la llegada al poder del estado para desde allí hacer las transformaciones que requiere la sociedad dominicana de estos tiempos.

Ninguna estructura moderna, cual que sea, puede tener varios centros de mando al mismo tiempo para alcanzar un mismo objetivo.

Por demás la búsqueda por la presidencia del partido y luego la candidatura a la Presidencia de la República es algo que pueden asumir todos los que quieran aspirar, siempre y cuando respeten los estatutos vigentes.

La decisión final sobre el destino de cualquiera de las aspiraciones y / o modificaciones estatutarias debe ser tomada de manera libérrima por las bases del Partido Revolucionario Dominicano y por nadie mas.

Los recientes acuerdos que hizo Miguel Vargas con Hipólito Mejia y con otros líderes del PRD, se limitaron, estrictamente, a viabilizar la realización de los eventos contemplados en la ley electoral y en los estatutos de esa organización, que tienen que ver con la elección de los puestos directivos en esa organización.

No se ha producido ninguna reunión para distribuir puesto alguno al margen de los eventos eleccionarios que se avecinan.

En cuanto al miedo de una división pienso que esa posibilidad es muy remota dado el apoyo de más de un 80 % con que cuenta Miguel Vargas y a su vocación de integrar a todos los que no resulten ganadores en la contienda interna. Miguel ha dado demostraciones claras y consistentes de su actitud unitaria, cuando hoy por hoy, la mayoría de los militantes y dirigentes que formaron la “Corriente Unitaria”, que postuló a Milagros Ortiz Bosch a la presidencia en la pasada convención, son de los principales soportes de sus aspiraciones a la presidencia del partido y a la candidatura presidencial.

Para consolidar la unidad con democracia y llevarnos a la victoria, querido Juan Bolívar, es imprescindible unificar el mando en la presente coyuntura. Seguir como siempre, es continuar con la componenda tradicional que a veces han convertido al PRD en un "buen partido de oposición".
El liderazgo racional, equilibrado y maduro de Miguel Vargas es el puente para llevarnos a un PRD para los nuevos tiempos"


Miguel Vargas Online