jueves, noviembre 08, 2007

La columna de Miguel Guerrero

Por Miguel Guerrero / El Caribe
.
En mis años de ejercicio periodístico, que son muchos, no había presenciado un esfuerzo tan denodado y exitoso como el que realiza el gobierno del presidente Fernández para controlar los medios y unificar la opinión pública a su alrededor.

Una acción magistral, con efectos somníferos, que no admite réplicas ni actitudes neutrales mucho menos independientes. Los programas de radio y televisión llamados interactivos han sido tomados por puñados de dóciles escuchas y televidentes que cumplen con esmero y absoluta confiabilidad su papel de llenar esos espacios con interminables loas a las “grandes ejecutorias” del sabio hombre que dirige los destinos nacionales.

Son persistentes en su fascinante obligación de repetir las consignas casi con un rigor teutónico y una obediencia ciega.

No hay forma de salir de ellos. Están atentos a todo cuanto pasa. Las voces que llaman a los programas de madrugada, son las mismas que se escuchan con idéntico e incansable fervor y tono a media mañana, al mediodía, en la tarde y en horas avanzadas de la noche.

Sus aliados están en los medios, a la espera de sus llamadas telefónicas, prestos a asentir respecto a cuantas verdades encierran estas expresiones de adhesión dignas de un parnaso al culto de la personalidad.

Han convertido los programas en rehenes de una verdad oficial, que los cultores de la adulación admiten sin discusión alguna. Hasta las más flagrantes violaciones a la Constitución se justifican en el pretexto de que igual se hacía en el pasado, sólo que ahora se trata del progreso.

Un esfuerzo acabado y fino, apoyado firmemente en el alpiste adquirido con los impuestos que se cobran a los contribuyentes y que hace cantar al más exigente de los ruiseñores. Loable empeño oficial que cada día avanza en el propósito de reducir al mínimo el oxígeno que permite a las sociedades respirar un aire no contaminado.

Miguel Guerrero es escritor y periodista
mguerrero@mgpr.com.do

No hay comentarios.: