Encuesta CLAVE-NOXA-CIES

CARTA DEL DIRECTOR
Mientras Amable sube en simpatía y mejora su imagen, la percepción positiva de Leonel como hombre de Estado ha descendido.
Servicios Google/Clave Digital, Santo Domingo
Fausto Rosario Adames

La encuesta publicada por este semanario la pasada semana, realizada por las firmas NOXA y CIES, tiene múltiples lecturas para los protagonistas del quehacer político y electoral.

En primer lugar, llama la atención que el clientelismo más abierto y sincero, el de Amable Aristy Castro, es el más exitoso: como candidato es la figura política que más positivamente ha cambiado la percepción de las personas (+27%), mientras el presidente Leonel Fernández ha perdido un 4% en la percepción positiva que la gente tiene de él.

En segundo lugar, Aristy es el candidato que mayor crecimiento registra, con un 17% de intención de voto, cuando su organización apenas obtuvo un 8% en las presidenciales del 2004.

Pese a haber pasado por momentos enojosos, como el hecho de que le fuera retirada la visa de entrada a los Estados Unidos y de que pasara por un cuadro cardiovascular complicado, meses antes de ganar la nominación presidencial, Amable Aristy queda mejor parado que Miguel Vargas, en un escenario de segunda vuelta electoral enfrentado con el puntero Leonel Fernández.

Alguna gente ha interpretado con miopía el resultado de la encuesta, por el hecho de que el presidente Fernández mantenga una ventaja significativa sobre los demás contendores. Pierden de vista que entre los votos obtenidos en 2004 y en el mes de octubre del 2007, el presidente ha bajado 14 puntos en preferencia electoral. Es decir, que en la actualidad el candidato presidencial oficialista tiene solamente 8 puntos por encima de los que obtuvo Hipólito Mejía en la contienda electoral del 2004.

Es decir que, mientras el candidato reformista sube en simpatía y mejora su imagen como candidato de los pobres, Leonel Fernández desciende y pierde en la imagen de hombre de estado, capaz, moderado, que siempre ha sabido proyectar.

Miguel Vargas Maldonado, en cambio, se mantiene estático, como su partido, pese al rol de oposición que viene jugando su equipo, no el candidato, con una fuerza y contundencia que solo recuerdan los buenos tiempos de la embestida de Peña Gómez contra Balaguer.

La encuesta CLAVE-NOXA-CIES es una oportunidad para el análisis estratégico de los candidatos y de sus partidos.

Amable y su equipo entienden que se encuentran en una posición más alta que la registrada por la encuesta.

El equipo del candidato oficialista cree que aún no se ha salido a la calle con su candidato, y que ni siquiera se ha hecho la proclamación.

Y el PRD y el equipo de Vargas Maldonado ven enemigos por doquier, y prefieren callar ante una realidad que está muy a la vista. Tal vez están en el momento de revisar sus papeles y la forma de llevar a cabo la campaña electoral.

La tormenta Noel podría registrar elementos políticos, a favor o en contra, de cualquiera de los candidatos. Todo depende de cómo perciba la población las actuaciones de ellos, especialmente la del Gobierno.

El manejo de las consecuencias de desastres como el que nos golpeó depende mucho de la estrategia que tenga cada cual. Son muchos los ejemplos de desastres manejados bien y mal, que colocan a políticos en malas o en buenas condiciones. Sería un error apostar a una estrategia negativa.

Es cierto que más de la mitad de la población (64%) considera mala o muy mala la situación económica del país y, contradictoriamente, una parte de quienes opinan así se inclina a votar por el candidato oficialista.

Lo inteligente sería profundizar en lo que está pasando, en desentrañar las causas de esa conducta, y no en atacar a quien levantó el estudio. Está claro que hay un problema de opciones, y de que una parte del país prefiere votar por lo que entiende menos malo, pese a que esa forma pasiva del electorado se ha ido enraizando desde hace ya varios procesos electorales.

La encuesta ha aportado material para múltiples lecturas, que cada quien tendrá la oportunidad de hacer, para sacar la mayor ventaja de un estudio cargado de gratuidad.