Por Miguel Guerrero / El Caribe
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Las imágenes de televisión y las fotografías de los periódicos muestran lo que todo el mundo aquí temía: el aprovechamiento por el Gobierno de la gran tragedia nacional para promover la candidatura del presidente Fernández.
Las pequeñas fundas con magras raciones de alimentos, apenas para uno o dos días, que se distribuyen entre los damnificados llevan inscrita la frase “¡ E palante que vamos!”, el lema de campaña de la reelección.
Por igual se ha incrementado la propaganda electoral mediática, pagada con recursos del Estado, en momentos en que esos fondos deberían ser dedicados al auxilio de las cientos de miles de familias que han quedado sin hogar y lo han perdido todo a causa de las terribles inundaciones ocasionadas por el paso de la tormenta Noel.
Tales hechos constituyen una provocación al buen sentido y una grosera comercialización con el sufrimiento y el dolor de una parte importante del pueblo dominicano.
El gobierno que no supo con acciones preventivas amortiguar los efectos de la tormenta, y que ignoró incluso la amenaza que representaba para el país, según la ONU, los aprovecha ahora en beneficio político.
Este incomprensible comportamiento puede acarrearnos más dificultades de las que ya tenemos, porque toda esa ayuda proviene del presupuesto nacional, de ayuda internacional y de aportaciones privadas, tanto de empresas como de particulares.
No se justifica entonces que se le de un tratamiento partidista al reparto de esas contribuciones, humillando de esta manera a todo aquel necesitado de la solidaridad que el país ha sabido expresar en estos momentos de angustia y duelo nacional.
Al gobierno y al presidente les esperan horas muy difíciles y la nación espera que dejen atrás la politiquería y actúen conforme a la enorme tarea que la ira de la naturaleza les ha puesto por delante.
Miguel Guerrero es escritor y periodista
mguerrero@mgpr.com.do
martes, noviembre 06, 2007
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