Listín Diario
Julio Maríñez
En Chile los sectores políticos han firmado un pacto que tiene por finalidad reformar la educación en el país austral. En la República Dominicana, Miguel Vargas Maldonado ha convocado a un pacto para el desarrollo, en el cual la educación es pilar fundamental. Mientras, el PLD ha dado silencio por respuesta. Gobierno y oposición chilena concertaron el día 13 de noviembre del presente año, un acuerdo para la reforma educativa. La Presidenta, Michelle Bachelet, ha declarado que es un “gran día para Chile”. Derechistas y socialistas convienen en adelantar innovaciones sobre un marco de referencia que aglutina y no divide. Definitivamente, es de estadista convocar y de politiqueros despedazar.
Las líneas generales del pacto se pueden resumir en los siguientes puntos: una reforma en la educación básica y media, destacando la especialización científica, humanista o técnico profesional. Establecer mecanismos de transparencia en la administración escolar. El apoyo financiero que presupuesta el gobierno será sobre la base del proyecto educativo que tenga el establecimiento educacional y por meritos. Se establecerán normas que regulen las ganancias de los colegios, sin coartar el derecho a lucrar que tienen las instituciones. Crea una Agencia Aseguradora de la Calidad y una Superintendencia de Educación, lo que es un aspecto novedoso y capital para asegurar la elevación de la calidad de la enseñanza, tanto en los colegios públicos como privados. Se establece que el 30% de las clases se destinará a innovación. Se reemplazará el actual Consejo Superior de Educación por un Consejo Nacional de Educación, compuesto por 10 personas, de las cuales cuatro deben ser aprobadas por el Senado, tres serán nombradas por el Ejecutivo y un número similar corresponderá a representantes del mundo académico.
Se creará un Banco de Planes y Programas para que los establecimientos más pequeños puedan contar con recursos con el fin de implementar propuestas educativas probadas y exitosas. Finalmente, un punto de capital importancia: la sustitución de la actual Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza del tiempo de Pinochet, por un nuevo instrumento jurídico orientado al desarrollo de un sistema de aseguramiento de la calidad de la enseñanza, así como crear una nueva estructura institucional para mejorar el equilibrio entre autonomía y control del sistema de educativo. El logro de la clase política chilena se traducirá en la construcción de una enseñanza para el bienestar. Es la formula para garantizar la estabilidad y el mantenimiento de la dinámica democrática, orientada a la elevación de la calidad de vida sobre la base de la prosperidad nacional. El sectarismo no es buen consejero. Miguel Vargas Maldonado ha dado demostraciones concretas en cuanto a la necesidad que tiene el país de acuerdos para el progreso nacional. Con Miguel Vargas avanzaremos en la necesaria reforma educativa dominicana.
lunes, noviembre 26, 2007
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