lunes, noviembre 19, 2007

La columna de Miguel Guerrero

Por Miguel Guerrero / El Caribe

La revisión de videos de la escena en la que el rey Juan Carlos mandó a callar al teniente coronel Hugo Chávez, permite ver con claridad el efecto paralizante que la amonestación causó en el presidente venezolano, quien permaneció mudo por los instantes siguientes.

La perplejidad se notó claramente en su semblante. El que ahora se envalentone pidiendo al monarca español alguna forma de disculpa por haberle supuestamente ofendido, no es más que otra demostración de que en el momento preciso le faltaron agallas para responderle.

Su alegato de que no escuchó al rey porque la presidenta de Chile le había cerrado el micrófono, no es excusa por cuanto todo el resto del auditorio le escuchó a la perfección y él estaba muy próximo al lugar ocupado por la delegación española.

Además, en todo caso, era su micrófono y no el del rey el que estaba apagado. Este hijo adoptivo de la jurásica izquierda latinoamericana, no ha parado de hablar desafiando a España y amenazando con tomar represalias contra los empresarios españoles con inversiones en Venezuela y el resto de las democracias occidentales, especialmente a Estados Unidos, país al que chantajea con aumentar el precio del petróleo a 200 dólares el barril, lo cual sería una estocada de muerte contra las naciones pobres como la nuestra. Sus desafíos no paran y su falta de tacto es de leyenda.

Se persignó en la inauguración de la cumbre de la OPEP en Riad, en franco irrespeto a las estrictas normas religiosas de Arabia Saudita, donde sólo se permite el islam.

Donde quiera que va hace de las suyas. Muchos medios internacionales se han preguntado si un presidente latinoamericano hubiera hecho lo de Rodríguez Zapatero en el caso de que Chávez hubiera ofendido a un adversario.

¿Hubiera salido Fernández en defensa de Mejía? Lo dudo. España dio en la cumbre una lección de democracia que la región, por desgracia, no asimilará.

Miguel Guerrero es escritor y periodista
mguerrero@mgpr.com.do

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