POR DANILO CRUZ PICHARDO
El triunfo electoral del doctor Leonel Fernández era muy evidente en la contienda del 2004, por lo que su compañero de boleta, es decir, su candidato vicepresidencial, no resultaba determinante. Es así como escoge al doctor Rafael Alburquerque, hombre de buena formación intelectual y reconocida trayectoria política, pero al que hace tiempo le pasaron sus mejores años y matemáticamente no sumaba nada.
Las circunstancias eran favorables al candidato del PLD y podía darse el lujo de tener a su lado a una persona sin aspiraciones presidenciales y que no le haga sombra a su liderazgo, como se la podían hacer Jaime David, Danilo Medina o Domínguez Brito.
Para mayo 16, las perspectivas no son las mismas, las circunstancias podrían variar, pero hasta el momento no se vislumbra un triunfo electoral de la reelección en la primera vuelta y para una segunda el escenario no se puede predecir, porque hay una recomposición de fuerzas que sólo eventuales acontecimientos podrían definir su dirección.
En términos porcentuales, el candidato vicepresidencial que más sumaría a Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado es Amable Aristy Castro, pero se trata de un hombre de mucha agalla, de ambiciones desmedidas y se colocaría a un solo escalón de la silla principal, pasándose los cuatro años conspirando desde una oficina del propio Palacio Nacional.
Posiblemente Danilo Medina sea el hombre ideal para acompañar al doctor Leonel Fernández, porque sería una forma de sellar la unidad del PLD y aproximarse a lo que fue la exitosa maquinaria electoral del 2004. Todo depende de la disposición del presidente y de la del propio antiguo secretario de la Presidencia. Particularmente pienso que a ambos les conviene.
Si Medina no acepta, el doctor Fernández podría escoger a Rubén Darío Cruz (Rubén Toyota), senador por la provincia de Hato Mayor, persona que goza de un sólido prestigio en todas las provincias de la Región Este del país, tal y como confirmé en recorrido que hice con fines de paseo. El abogado, empresario y senador, hermano del autor de este artículo, es la persona idónea para contrarrestar el avance de Amable en esa área geográfica.
En lo que respecta al Partido Revolucionario Dominicano más que pensar por el momento en el compañero de boleta del ingeniero Miguel Vargas Maldonado, su prioridad debía ser la conformación de un frente antirreleccionista. Hasta el momento no se ha exhibido la menor capacidad para articular un frente de esa naturaleza. Y se persiste en una campaña conservadora y tímida. Y en lo que es peor: el ocultamiento de los símbolos del PRD, su himno, su jacho, su mística, su historia y su líder de siempre, el doctor José Francisco Peña Gómez.
Es un absurdo pretender ganar las elecciones sin despertar los sentimientos del perredeísmo histórico y sin trabajar por el aglutinamiento de todas las fuerzas que se oponen a la reelección presidencial del doctor Leonel Fernández.
Si se trabaja arduamente en esa dirección, aumentarían las perspectivas del partido blanco y entonces se puede pensar en el compañero de boleta de Vargas Maldonado. Internamente el PRD tiene al doctor Luis Abinader y al licenciado Alfredo Pacheco, dos potenciales candidatos a la Vicepresidencia de la República.
En su sector externo, el PRD tiene a los doctores José Joaquín Puello y César Mella, dos prestigiosos hombres públicos y profesionales de la medicina, los cuales podrían contribuir a que esa entidad política penetre más en sectores de clase media, en los que ha estado muy débil en los últimos procesos electorales.
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