Por Daniel García Archibald / El Caribe
El informe dado a conocer por la fundación alemana Konrad Adenauer, sobre el retroceso de la democracia en la República Dominicana no ha hecho más que confirmar lo que en el país todos sabemos.
Ciertamente, quienes vivimos en República Dominicana hemos visto cómo ha bajado ese índice de nuestra democracia, en los últimos años y más concretamente del 2006 al 2007.
Y qué pena da saber que nuestra democracia, en ese estudio que hace la referida fundación, haya descendido tanto en un gobierno del doctor Leonel Fernández.
Considerado por muchos como un institucionalista, respetuoso de las leyes, por demás discípulo del profesor Juan Bosch, no resulta fácil creer que nuestra democracia perece en manos de un hombre de esta generación, al que la historia le ha reservado el papel del relevo político.
Pero la realidad es que, el hombre quien una vez se declara balaguerista, después vinchista y en ocasiones trata de recordar a su maestro, Don Juan, nos está llevando al siglo antepasado.
Han hecho bien los funcionarios que siempre reaccionan, de manera automática frente a toda crítica al gobierno y su jefe, en guardar silencio, ellos saben que cuando el estudio de la Konrad Adenauer nos coloca en la lista de países de más bajo índice democrático, no está mintiendo.
Creo que ellos, por lo menos esta vez, sienten vergüenza de que estemos junto a Nicaragua y Venezuela, como los países de más bajos índices democrático de una lista de 18 en América Latina.
No tengo conocimiento de cuáles fueron los parámetros utilizados para la evaluación, pero bastaba sólo con ver las violaciones a algunas leyes y a la propia Constitución de la República por parte del gobierno.
La violación a la ley de austeridad, impulsada por el propio gobierno; la ley 166-03 sobre el 10 por ciento que corresponde a los ayuntamientos del Presupuesto Nacional, para sólo citar esas dos, eran suficientes para ver cómo se afecta la democracia de un país.
Ni hablar de acciones como la compra de adversarios políticos y su designación en cargos públicos para apoyar las pretenciones reeleccionistas del actual presidente.
Por si falta alguna otra muestra de cómo se afecta la democracia de un país, las denuncias hechas por dirigentes del propio partido de gobierno, quienes acusaron a su presidente, primer mandatario de la nación, de usar los recursos del estado para ganar la contienda interna a su compañero Danilo Medina.
Daniel García Archibald es periodista
darchibald@hotmail.com
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