jueves, diciembre 06, 2007

Dos encuestas, un boomerang

¿Cómo es posible que el pueblo prefiera tanto a quien no es justo ni trabajador aunque sea capaz e inteligente; sobre todo si no tiene comunicación con el pueblo, con pobres; ni humanidad ni sinceridad ni credibilidad?
Por
Guillermo Caram / El Caribe

Durante la semana se conocieron dos encuestas que al analizarlas conjuntamente y al cotejarlas con anteriores, abonan dudas enrarecedoras de la democracia y su perfectibilidad a que aspiran quienes se inscriben genuinamente en este credo político; en lugar de despejarlas, como debería ser si ellas se apegaran al rigor ético y científico.

Una, la de Penn: concede a Leonel Fernández un 50%, haciendo innecesaria una segunda vuelta; Contabiliza un nivel de indecisión, abstención o no respuesta sumamente bajo para la tradición del país faltando 6 meses para las elecciones (4%); ignora la posibilidad de una segunda vuelta con el candidato del PRSC, cuando una encuesta previa lo había identificado como más competitivo que MVM para enfrentar a Leonel Fernández, ignorando el principio de acumulación de las ciencias y desnudando así sus intenciones.

Y concluye que el PLD no necesita del PRSC puesto que obtiene el mismo 50% aún si éste se alía al PRD en segunda vuelta.

La otra, la CID, dibuja un panorama distinto, no obstante haber sido levantada al concluir la primera. Coloca a MVM por encima del candidato oficial con apenas un 37%, con un nivel de indecisión, abstención o no respuesta más de 7 veces superior a la encuesta Penn; y no midió el escenario posible de una segunda vuelta que habría de celebrar ante sus resultados en la primera.

Habrá que esperar nuevas encuestas para disipar estas dudas sembradas por las dos comentadas.

Pero hay una duda más grave derivada de la encuesta Penn al consignarle atributos de Leonel Fernández de capacidad, inteligencia, experiencia y visión de futuro; mientras al candidato del PRSC le atribuye entendimiento con los pobres, cercanía con el pueblo, humanidad, sinceridad y credibilidad.

No concede al candidato del PLD atributos de ser justo y trabajador; como tampoco capacidad e inteligencia en el candidato del PRSC.

Los resultados de la encuesta Penn podrían verse invalidados en función de esta duda puesto que ¿Cómo es posible que el pueblo prefiera tanto a quien no es justo ni trabajador aunque sea capaz e inteligente; sobre todo si no tiene comunicación con el pueblo, con pobres; ni humanidad ni sinceridad ni credibilidad?

Alguien debería responder esta pregunta. De lo contrario, la encuesta atribuida al oficialismo terminará siendo un boomerang amolador de un cuchillo aplicable a la propia garganta del PLD.

Guillermo Caram es político
guillermocaram_candidato@hotmail.com

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