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IFEX.- Uno de cada seis periodistas encarcelados en el mundo está detenido sin que se revelen públicamente los cargos en su contra, muchos durante meses o años a la vez y varios en lugares secretos, indica un nuevo análisis del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
Según el análisis anual del CPJ sobre la situación mundial de los periodistas encarcelados, 127 se encontraban recluidos el 1 de diciembre, siete menos que en la lista del 2006. Dicha disminución se debe en gran parte a la liberación este año de 15 periodistas etíopes, quienes fueron absueltos o perdonados de delitos contra el Estado de los cuales habían sido acusados durante una embestida masiva contra la prensa. El CPJ y otros participaron en una intensa campaña de apoyo para estos periodistas.
China, que ha fracasado en sus promesas de mejorar la libertad de prensa antes de los Juegos Olímpicos del 2008, continúa siendo el país con el mayor número de periodistas encarcelados, una deshonra que ha mantenido durante nueve años consecutivos. Cuba, Eritrea, Irán y Azerbaiján se encuentran en los cinco primeros lugares de la lista de 24 naciones que encarcelan a periodistas.
Supuestos delitos contra el Estado como subversión, divulgación de secretos de Estado y actuación en contra de los intereses nacionales continúan siendo los cargos más comunes utilizados mundialmente en contra de periodistas, según las investigaciones del CPJ. Casi el 57 por ciento de los periodistas que hacen parte de este censo están detenidos bajo estos cargos, la mayoría por el gobierno chino y el gobierno cubano.
Este es el tercer año consecutivo en que la proporción de periodistas detenidos sin cargo alguno aumenta. La mayoría de casos sucedió en Irán y Eritrea, aunque los Estados Unidos también han utilizado esta táctica. Las autoridades estadounidenses no han presentado cargos ni evidencia contra el camarógrafo de Al-Jazeera Sami al-Haj, detenido durante más de cinco años en la bahía de Guantánamo, ni contra Bilal Hussein, detenido en Irak por más de 19 meses. Las fuerzas militares estadounidenses señalaron en noviembre que el caso de Hussein sería referido a las cortes iraquíes para llevarse a cabo un juicio, pero no divulgaron detalles explicando las razones de su detención.
"El encarcelamiento de periodistas simplemente bajo afirmaciones no debe confundirse con un proceso legal. Esto no es otra cosa que secuestro patrocinado por el Estado", declaró el director ejecutivo del CPJ, Joel Simon. "Aunque creemos que cada uno de los 127 periodistas debe ser liberado, nos preocupan particularmente los que están detenidos sin cargos porque a menudo se encuentran en condiciones desastrosas, aislados por completo de sus abogados y familias".
La práctica de detener periodistas sin acusaciones ha desgastado los estándares básicos de justicia y responsabilidad. Las autoridades iraníes, por ejemplo, encarcelaron a Mohammad Seddigh Kaboudvand en julio pero aún no han presentado cargos formales en su contra, ni han presentado al editor frente a un juez. Al abogado de Kaboudvand no se le ha permitido verlo ni revisar su caso. Las autoridades eritreas ni siquiera han confirmado si los periodistas que tienen bajo custodia están vivos o muertos. Por los menos 19 periodistas en el mundo están detenidos en lugares secretos, según investigaciones del CPJ, y Eritrea es el peor trasgresor en este sentido.
Continuando con la tendencia de la última década, los periodistas de Internet conforman una proporción creciente en el censo del CPJ. Bloggers, editores de Internet y reporteros que trabajan para la Web constituyen casi el 39 por ciento de los periodistas detenidos mundialmente. Los periodistas de la prensa escrita forman parte de la categoría profesional más amplia, conformando casi la mitad de los periodistas encarcelados.
El aumento del periodismo de Internet y de sus riesgos es evidente en China, dónde 18 de los 29 periodistas encarcelados trabajaban para medios de Internet. La lista de China incluye a Shi Tao, un periodista galardonado que está cumpliendo una sentencia de 10 años tras haber enviado por correo electrónico detalles de una directiva de propaganda estatal a un sitio Web en el extranjero. El gigante de la Internet Yahoo, suministró a las autoridades chinas información sobre una cuenta que permitió arrestar a Shi Tao en el 2004 y que disparó un debate que continúa en curso sobre la responsabilidad corporativa.
China sigue dependiendo fuertemente del uso de vagos delitos contra el Estado. Veintidós periodistas chinos se encuentran en la cárcel bajo acusaciones como "incitación a la subversión contra el poder estatal". A pesar de las promesas de China ante el Comité Olímpico Internacional (COI) en el 2001 que aseguraría "completa libertad de los medios", sus líderes continúan encarcelando a reporteros y operando un amplio sistema de censura, según un informe del CPJ publicado en agosto. El CPJ ha instado al OIC y a los patrocinadores corporativos de los Juegos a hacer responsable a Beijing de sus promesas.
"China sigue siendo el país con más periodistas encarcelados en el mundo desde el día en que se le adjudicaron los Juegos hasta hoy, algunos meses antes que comiencen las Olimpíadas", indicó Simon. "China y el IOC tienen la obligación de cumplir las promesas que hicieron cuando Pekín fue seleccionado. Prender la antorcha en Beijing en agosto del año próximo mientras 29 periodistas languidecen en la cárcel sería una burla a los ideales del movimiento olímpico".
La lista del CPJ es un recuento de aquellos periodistas encarcelados hasta la medianoche del primero de diciembre del 2007. No incluye a muchos periodistas presos y liberados durante el año; el detalle de esos casos puede encontrarse en . Los periodistas permanecen en la lista del CPJ hasta que la organización determine con certeza razonable que han sido libertados o murieron en custodia.
Los periodistas que desaparecen o son secuestrados por entidades no estatales, incluyendo a bandas criminales, grupos rebeldes o militantes, no están incluidos en la lista de reporteros encarcelados. Sus casos son clasificados como "desaparecidos" o "secuestrados". Detalles de esos casos están disponibles en el sitio Web del CPJ.
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