jueves, diciembre 13, 2007

No solo Santa Claus agoniza

Despojado de su rutina anual, Santa agonizará. Y el mundo tendrá que cambiar su forma de celebrar la navidad: personajes, risas, cánticos, regalos, ilusiones, fantasías, etcétera

Por Guillermo Caram / El Caribe

Científicos vinculados a Al Gore, recién investido premio Nobel de la paz por su documental sobre el calentamiento de la Tierra, pronostican que éste fenómeno causará la desaparición del polo norte dentro de 30 o 40 años si no se introducen cambios en la industria, eléctrica y automotriz.

Así, la vida de siglos de ese señor barrigón que se llama Santa quedará truncada por haberle sustraído el hábitat natural donde se refugia entre navidades para preparar regalos a los niños que le remiten sus peticiones.

Despojado de su rutina anual, Santa agonizará. Y el mundo tendrá que cambiar su forma de celebrar la navidad: personajes, risas, cánticos, regalos, ilusiones, fantasías, etc.
Pero la emisión de gases que forman techo hasta impedir el escape de los rayos del sol y atraparlos en su interior como un invernadero junto al calor que generan, provocará otras agonías.

Al sufrir más calor, se desertificará la tierra y disminuirá la producción de alimentos. Escaseará el agua que consumimos. Al calentar los mares, junto a las corrientes de aire distorsionadas por el cambio climático, surgirán turbulencias intempestivas e intensas provocando inundaciones alternadas con sequías severas.

Glaciares se descongelarán sobre mantos acuíferos causando maremotos y desalinización de los mares, con la consecuente amenaza a la extinción de peces que nos alimentan.
No sólo Santa agoniza. Agoniza la vida, si seguimos viviendo. De 1990 al 2004, los dominicanos, p.e., sufrimos un aumento del nivel de contaminación por carbono a un ritmo de 7.5% anual precipitado por una generación de energía que crecía un 50% más rápido.

La acumulación de carbono en la biomasa forestal llegó a 82 millones de TM.
El mundo comienza a rebelarse sobre los causantes de esta despiadada agresión, peor que cualquier guerra, producida en un 57.3% por países desarrollados y en un 74.6% si se incluye China.
Solo que nuestras autoridades siguen tolerando un parque eléctrico deficiente ambiental y económicamente y estimulador de plantas de emergencia, promoviendo plantas de carbón; taponando el tránsito e individualizándolo con vehículos viejos.

Con aserraderos clandestinos, extrayendo agregados de cauces de ríos; invadiendo cinturones, y pavimentando las áreas, verdes.

Otra arritmia histórica, como lo hubiera calificado el profesor Juan Bosch, que hace agonizar nuestra vida.

Guillermo Caram es político
guillermocaramcandidato@hotmail.com

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