Por Ana Pereyra
CDP-NY
Hay que saber perder, con esta expresión de entrada, no estoy invocando a la cantante mexicana, María Luisa Landin, como tampoco se trata de que sienta nostalgia, ni esté recordando un viejo amor del pasado; simplemente trato de entender la reacción del presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, luego que perdiera el referéndum en su país.
Su aparente calma para aceptar los resultados se ha ido tornando amargo, pues calificar la Victoria de la oposición, como “una Victoria de mierda, o de pírrica, eso denota amargura y resentimiento, por parte de alguien, que intenta regatearle la voluntad a la mayoría, que en tal sentido se expresó.
El golpe fue duro e inesperado, su seguridad se desmorono cual Castillo de naipes, ahora hay que agraviar a los osados, por ganarle la partida, hay que ser mas bravo y en tono amenazante justificar su derrota, voy mas lejos, culpar a sus adeptos de su fracaso, es como intentar jugar con la inteligencia de los venezolanos y la comunidad internacional, que ve a un Chávez, camino al precipicio de la impopularidad.
Cuando se recibe un golpe de forma inesperada, se torna difícil de asimilar, sobre todo si se trata del autoritarismo gubernamental, pero es una realidad, los venezolanos parecen no querer a Chávez, ya se cansaron de su comportamiento desordenado, por eso su continuidad será nula por la decisión de la mayoría, su tiranía quedara sólo en su mente, porque su pueblo fue claro.
Es una actitud irresponsable por parte del gobierno chavista, de querer culpar a los demás de sus errores, cuando las cosas nos van mal, los otros son los malos de la película, son quienes fallan, pero cuando las cosas salen bien, la Gloria es nuestra, Chávez no se da por vencido, y en vez de lanzar un ramo de olivo a los ganadores, lanza flechas envenenadas, cuando le dice a sus seguidores “prepárense, porque vendrá una segunda ofensiva, rumbo a la reforma constitucional.”
El mandatario venezolano parece no estar dispuesto a acatar la decisión del pueblo, que fue claro, incluso, hasta sus propios aliados, dieron un revés en su contra, cuando midieron lo que podría sobrevenir, si no lo detienen a tiempo. Y es que el presidente esta como fuera de sí, su obsesión por el poder, lo ha llevado a perder la perspectiva.’
El mandato de Chávez termina en el 2013, es suficiente tiempo en el poder, si no es que pretende morir en el trono como siempre aspiran los dictadores, a él habrá que preguntarle. ¿que será lo que tiene el poder, que cuando se llega no se quiera soltar? ¿y que para mantenerlo se recurra a cualquier triquiñuela?
Ahora recuerdo la frase celebre del ex presidente dominicano, Hipólito Mejía, “es que el carguito es bueno”, pero parece que es mas bueno de la cuenta, que estos en seguida intentan perpetuarse en dicha posición, aunque para esto tengan que recurrir a todo tipo de engaños e intimidaciones.
Si Chávez se hubiese imaginado, que perdería el famoso referéndum, habría utilizado su poder, para de cualquier manera imponerse, pero gracias a Dios, que su ego no le permitió ver la realidad, y la verdad es, que los venezolanos ya no aguantan mas y ahora, al mandatario sólo le queda escuchar a María Luisa Landin, repetir su canción “hay que saber perder, en el juego del amor, y porqué no en la política y a quien corresponda; lo mismo pierde un hombre, que una….
jueves, diciembre 13, 2007
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