Raúl Pérez Peña
¿Usted leyó, amigo lector, las declaraciones ante FINJUS del ciudadano candidato Leonel Fernández acerca de la corrupción?
¿Usted escuchó al mismo Leonel Fernández aquella vez que proclamó que le economizaría al país RD$30,000 millones por corrupción anual?
¿Usted ha conocido un organismo oficial tan inoperante como el DEPRECO y la Comisión llamada de “Ética”? ¿Por qué no le agregan estética?
¿Usted escuchó al doctor Fernández cuando dijo que es preferible “pagar que pegar” tratando de justificar la millonada del primer PEME?
¿Usted conoce otra flagrante distracción de los recursos públicos más escandalosa que la meganómina CB, considerada ilegal por un organismo del Estado como la JCE?
¿Tiene alguna calificación el coraje de presentarse ante directores de medios a justificar la meganómina como un recurso para evitar que se caiga el gobierno?
¿No ve a diario y dondequiera el uso de los recursos del Estado en la politiquería reeleccionista, que totaliza miles de millones de pesos?
¿Usted no se ha dado cuenta, del irrespeto personal a los bienes públicos de los que se proclamaron impolutos?
Aunque el cambio de bandería política por conveniencias es una vieja práctica, pregúntese ¿cuál gobernante tiene el liderato de todos los gobiernos en compra de tránsfugas?
¿Se conocía un acto de corrupción más grosero que el de la Sunland? ¿A qué se debe el corte supremo a su curso en la Justicia?
¿Pueden hablar detrás de las cortinas del Palacio de respeto al orden, las instituciones y la constitucionalidad?
¿Se había bajado tanto en la arrabalización de las instituciones?
A la historia vamos todos. Unos van a lugares cimeros por méritos.
Otros llegan por la puerta trasera, previa lista de espera.
Sin ánimo de ofender, dejamos al lector que responda: ¿Cuál será el lugar de Leonel en la historia dominicana?
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