La columna de Miguel Guerrero

Por Miguel Guerrero / El Caribe

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Quién crea que la intolerancia y la irracionalidad política provienen sólo del litoral oficialista, y el fanatismo de las iglesias, está lastimosamente equivocado.

Ninguna figura de oposición y probablemente de los medios, puede presentar un inventario más voluminoso de rechazo a la reelección presidencial, la más reciente del presidente Fernández y las anteriores del señor Mejía y el señor Balaguer, que la acumulada por esta columna.

Sin embargo, les ofrezco como prueba de esa intolerancia el texto parcial de un extenso correo electrónico que me enviara el señor Tomás M. Ureña, dirigente del Partido Revolucionario Dominicano residente en Freeport, Nueva York. Dice así: “Hasta tu en el programa de hoy (jueves 29 de mayo), da (sic) evidencia de que ha (sic) influenciado peligrosamente a favor de la implementación de una dictadura de partido.

No te a (sic) bastado, (sic) que en la eleccion(sic) pasada, el abuso exibido (sic) de los recursos del Estado, el descaro abierto de dirigentes de altos rangos, comprando y pagando con tus impuestos y los míos( si vive como él dice en el exterior no debe pagarlos), personalmente de persona a persona, en las mismas puertas de las urnas.

Tu fatiga de trabajo,(sic) te somete a ser una maquina (sic) multiplicadora, no pensadora y tu opinión (sic)descarrila a quienes confiamos en tu actitud vertical, de ser un periodista apegado a la imparcialidad razonable e incondicionalmente a favor de tu pueblo.

Con estas compras masivas, se le dio a la democracia dominicana una estocada,(sic) que podría ser mortal, (sic) todavía (sic) estamos a tiempo”. Confieso con pesar que ni el más activo de los interactivos peledeísta, tan diligentes como fueron en la recién campaña electoral, me echó en cara nunca algo parecido.

Por eso, desde el poco caritativo mensaje del señor Ureña me he estado diciendo: “Bueno que te pase”.

Miguel Guerrero es escritor y periodista
mguerrero@mgpr.com.do