Por Miguel Guerrero / El Caribe
Ingenuo al fin, uno se llega a creer, ante el abrumador y avasallante uso cotidiano de los recursos públicos, que la búsqueda de la reelección presidencial había roto todos los límites imaginables. Por desgracia no es así.
Para la reelección y quienes la buscan no existe ni ha existido nunca límite alguno. Esa es la verdad. Si algo quedaba por lesionar en este proceso electoral, ayer quedó completa la tarea.
La publicación de un espacio pagado de cuatro páginas en los principales diarios del país aprovechando el último día de actividad proselitista previo a las elecciones de mañana viernes, con un listado de “pacientes renales y trasplantados” agradeciendo al presidente Fernández “los aportes realizados”, suponemos que en el tratamiento médico, es una falta vergonzosa de respeto al sufrimiento humano.
Una ofensa a la nación que merece el repudio de los ciudadanos conscientes.
De aquellos que entiendan que algún parámetro de decencia debe prevalecer en la política.
Lo que se ha hecho con la dignidad de estas personas, que aparecen con sus nombres y números de Cédula Personal de Identidad y Electoral, es imperdonable. Con el agravante de que con toda seguridad muchas de esas personas no fueron ni siquiera consultadas.
Nadie tiene derecho de jugar de esa manera con los quebrantos de salud de los ciudadanos.
Confieso que estoy horrorizado. Que nunca me pude imaginar que algo como esto pudiera suceder, aún a sabiendas de cuán bajo hemos llegado en materia del irrespeto a las formas en nuestras campañas electorales. ¿En la mente de qué estratega de campaña pudo concebirse una cosa como esa? La historia no se equivoca.
La ambición desmedida de poder nubla la razón y empequeñece. ¿Cómo podemos ser tan crueles y mantener silencio ante un recurso de campaña como el que se nos ha estrujado en el rostro? Dios perdone a los responsables y el pueblo que los juzgue.
Miguel Guerrero es escritor y periodista
mguerrero@mgpr.com.do
jueves, mayo 15, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario