POR JUAN JOSÉ AYUSO
Elecciones en 2008
El sentido práctico de las mayorías de electores vuelve a ponerse de manifiesto, esta vez en el resultado de las encuestas de preferencia que se da a conocer hasta ahora. La gente no querría problemas.
Para expresar en público su respaldo al presidente y candidato reeleccionista Fernández con miras a las elecciones del 16, a la mayoría que lo hace parecería no importarle que el candidato utilice sin rubor los fondos del Estado y que también, de manera clientelista, reparta las acciones de reconstrucción y reparación a que fuerza el paso de la tormenta Noel por buena parte del sur y por el centro y norte del país.
Igual el desagüe incapacitado y negligente de la presa de Tavera con ocasión de la tormenta Olga.
Tampoco parece importar a esas mayorías las evidencias de corrupción del gobierno del presidente Fernández y la incapacidad en el manejo de muchas de las áreas de la administración, como tampoco el hecho de que sus ministros y otros funcionarios del rango exhiban sin rubor una conducta de malversación y despilfarro.
De acuerdo con las encuestas, el presidente y candidato continuista tendría la preferencia de los electores, según la opinión “muestral” consultada que, debe recordarse, lo hace con sentido práctico más que por inclinación de ideas políticas.
Y es en el sentido práctico de la mayoría donde algunos observadores y comentaristas centran el punto de un análisis que pudiera buscar en esos resultados la creación de una opinión pública falsa, convenenciera de parte de la mayoría pero que no se corresponde con su tendencia real de preferencia y voto para el 16.
El clientelismo campa por sus respetos como método de gobierno. Las tarjetas de “solidaridad” llegan a unas doscientas mil dominicanas madres de familia –en diciembre pasado se les adicionó “el doble” navideño- y por una opinión que se emita ante un encuestador nadie quiere arriesgar esa “ayuda”.
Después de la tormenta Noel, el clientelismo centuplicó sus fondos con 11 mil millones que el gobierno podía reunir de varias partidas, 5 mil millones de bonos que le aprobó el Congreso donde tiene mayoría y un par de centenares de millones de dólares de ayudas extranjera e internacional.
Damnificado por Noel, Olga y Tavera con la destrucción total o parcial de su casa y cultivo, con la destrucción parcial o total de las carreteras y puentes que le permiten la comunicación interurbana y sacar sus productos al mercado y con el daño general a la agricultura y la agropecuaria, el dominicano de sentido práctico no va a poner en peligro la solución inmediata de sus problemas individuales y colectivos por decirle a un encuestador la verdad de su simpatía.
Y lo que hace, por lo mismo que lo hizo en 1962 y en 1966, es opinar de acuerdo con la defensa de su interés y su conveniencia inmediatos. Quizá otra cosa sean su sentimiento y tendencia políticos reales pero para exponerlos solo habrá oportunidad en el secreto de las urnas del 16.
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