Por Luis H. Arthur S. / El Caribe
Justicia delinquiendo
Algunos me critican y me llaman extremista porque digo que si la reelección pasa, podríamos estar trillando el camino del Partido Dominicano y un Trujillito. Piensan que a lo más es el de Balaguer y el difunto Partido Reformista.
Pero esta semana han pasado sucesos extraordinarios, lamentables y funestos para el Estado de derecho. Un país sin justicia, está a merced del poder ejecutivo, los ciudadanos se encuentran desprotegidos con democracia de papel.
Resulta que “Clave” del jueves 8, lista la supuesta relación de acciones en que no sólo se involucra feamente al hijo del Magistrado suplente del Presidente de la Suprema Corte de Justicia, sino a él mismo con una supuesta grabación escuchada por el Pleno de la Suprema, de posible manejo de un Juez para que fallara a favor del caso que ese hijo defendía.
Si el pleno la escuchó y no investigó y sancionó, eso colude y descalifica a esa cúpula en discordancia…
Un Procurador fiscal, le pide a un Juez autorizaciones para intervenir diversos teléfonos de un grupo de posibles delincuentes, para acopiar datos judiciales.
Resulta que los teléfonos que le suministra como pertenecientes a estos señores, son en realidad de ciudadanos de la oposición, dirigentes gremiales y otras personas que adversan la reelección, para control político.
Un Fiscal con fe pública y supuesto doble empleo en organismo de seguridad, se amaña, politiza y delinque.
Un Juez, dicta una resolución de intervención sin comprobar que los datos que recibe son ciertos, que las personas a intervenirles sus teléfonos son delincuentes relacionados con un caso en justicia, y que sus generales y los teléfonos a intervenir son realmente de esas personas, y no de otras.
Hasta las máquinas de Pepsi rechazan monedas falsas. Ese Juez “light” actuó sin rigor, y pudo ser por ignorancia, dejadez o complicidad (¿¿??)
El Juez Subero ya juzgó en la prensa el caso de la Sun Land.
El hecho cierto es que la Justicia es motivo de escándalo y se está prestando desde arriba hasta abajo a ser instrumento de injusticia, y ya no hay quien nos garantice nuestros derechos Constitucionales.
No hay moral ni voluntad, ni sanciones, y el gobierno, cada vez más desbordado la usa como vil apéndice.
¿Entonces, hacia dónde nos llevan? ¡Piénsenlo al votar!
luis@arthur.net
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