lunes, mayo 12, 2008

PULSACIONES

El Nacional, Vespertino Dpminicano

POR RADHAMÉS GÓMEZ PEPÍN
De ninguna manera quisiera estar en el pellejo de quien gane las elecciones del viernes, si es que ese día se decide el ganador y no hay que esperar una tediosa y muy peligrosa segunda vuelta.

Y no lo deseo porque los problemas que deberá enfrentar ese desventurado compatriota ganador son más que numerosos y agobiantes, y dudo que pueda resolver siquiera la mitad de ellos.

Ya no se trata sólo de la vaticinada escasez mundial de alimentos y el aumento incalculado del costo de la vida, algo que ya se ha dicho que no tocará a República Dominicana.

Creo que tanto ustedes como quien esto escribe hemos oído uno que otro candidato a la Presidencia asegurar que producimos con creces cuanto necesitamos para nuestra alimentación, pese a que desde hace años el campo dominicano ha sido semi abandonado para entregarnos en cuerpo y alma al fomento de la economía de servicio y al turismo, y a pensar en las remesas que llegan de Estados Unidos.

Desde luego que afirmar que no hay que preocuparse por la crisis alimentaria resulta casi igual a rubricar aquello de que al nacer un dominicano ya tiene el octavo curso aprobado y, si es cibaeño, se trata de todo un señor Licenciado.

No podemos seguir pensando y creyendo pendejadas, no importa quien las proclame y defienda.

La realidad es que esa crisis nos tocará en una u otra forma y a ella habrá que añadir el destino de tantos vagos y oportunistas que quedarán cuando termine el proceso electoral.

Pensar que obligatoriamente deberán quedar suspendidas las nominillas y los subsidios, y dejará de circular toda esa millonada de papeletas que se mueve grosera y descaradamente durante los últimos meses.

¿Cuánto cuesta un sencillo bandereo? ¿O una caravana? ¿O un final de campaña? ¿Cuánto se invierte para decir mentirosamente, quizás con fotografías amañadas, que ésta o aquella ciudad "ya decidió"? ¿Decidió qué? ¿Joderse?

¡Y saberr que hay que irse preparando para lo que nos traerá la campaña para las elecciones municipales y congresionales del 2010, otro desperdicio de energías y recursos, aunque en menos cuantía que la actual!

Desdichadamente parece que todo esto es necesario para el mantenimiento de la democracia Made in RD, como alegan quienes se benefician de ella, que no son pocos, para decir la verdad.

Es casi una lógica aseverar que esto no puede continuar como hasta ahora, y que el cambio tendrá que producirse tarde o temprano, impulsado por buenos dominicanos, que los hay en demasía aunque es evidente que la mayor parte sabe ocultarse muy bien.

¡Pobres de nosotros si ese cambio se nos quiere imponer desde afuera, como ya ha sucedido con cierta frecuencia!

Sería como volver a tropezar y comenzar de nuevo. Hasta el fin de los siglos.

rgomez@elnacional.com.do

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