Basura y energía

La basura no será jamás aquel desperdicio sin valor, ahora es fuente renovable de energía, que espera procesos más limpios
Por Ramón Alburquerque / El Caribe

La disposición de los residuos sólidos urbanos (RSU) es uno de los principales desafíos para una racional gerencia municipal. La basura es el mayor contaminante de las ciudades, en su peso contiene, 14% de plásticos, 12% de metales, 20% de papel y cartón, además de vidrios, brics, trozos de madera, medicamentos, animales muertos, residuos peligrosos, insecticidas, herbicidas, aerosoles, etc., y un importante % de humedad. Se genera un kilogramo de basura por persona por día, esto es, 350 kilogramos por año.

El vertedero parece ser una solución simple para los RSU, sin embargo, requiere de diseños con tecnología apropiada conforme a la topografía, el clima, escorrentía, niveles freáticos, corrientes de viento, radiación solar y carga bacteriana. Esto así, porque la basura también libera gases de efecto invernadero que afectan la capa de ozono.

En Montevideo se colocaron 80 mil TM de basura orgánica en una fosa cubierta de arcilla, la cual produce metano para una planta de un megavatio de potencia, suficiente energía para 300 familias por 20 años.

En Sudokwon, Corea del Sur, se opera la mayor planta eléctrica en el mundo a metano extraído de 20 mil TM de basura por día; abastece 180 mil hogares, con ahorro de medio millón de barriles de petróleo, y reduce emisiones por 1.4 millones de TM de CO2 anualmente.

La basura de la zona metropolitana de Santo Domingo, con 3.5 millones de personas, generaría electricidad para 35 mil familias, con 165 mil personas, con un ahorro de 100 mil barriles anuales, y liberaría la atmósfera de 260 mil toneladas de CO2 anualmente.

Otras alternativas incineran basuras en plantas de conversión termoquímica, bajo diversas modalidades: pirolisis, donde la materia orgánica se quema en ausencia de oxígeno; hidrogenación, hidrogasificación, fermentación y destilación, en adición, se usa la conversión biológica (aeróbica y anaeróbica).

La basura no será jamás aquel desperdicio sin valor, ahora es fuente renovable de energía, que espera procesos más limpios y con balances energéticos positivos.

Las gerencias municipales deben ser prudentes ante opciones tan complejas, se recomienda sopesar fríamente antes de firmar contratos que resulten onerosos. Los diagramas de flujos para producir energía son bien conocidos, pero se requiere de escalamiento industrial eficaz, con más dominio del know-how.

No hay que dejarse impresionar de promotores con proyectos sin costo para los municipios, la prudencia aconseja cautela con estas inversiones millonarias, la generosidad excesiva suele ser regalo envenenado.

Ramón Alburquerque es presidente del PRD

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