jueves, febrero 14, 2008

Carta del Director/Las 100 propuestas de CLAVE

No es un programa de gobierno. Aspiramos a que los partidos las tomen en cuenta y las valoren por su independencia y su buena fe.

Fausto Rosario Adames/Clave Digital

Pocas veces habíamos tenido una campaña tan escasa en contenido propositivo, desde los partidos y desde los candidatos, y tan intencionalmente abultada en agresiones y en denuestos personales.

Por eso, y porque estábamos en vísperas de la salida de la edición 100 de este semanario, quisimos vincular ambos acontecimientos para producir una propuesta global que agregue contenido al debate y ayude a fortalecerlo.

En ese contexto es en el que publicamos hoy estas "100 propuestas para el desarrollo del país”.
Escogimos a ciudadanos que tienen conocimiento de las áreas que les asignamos. Se trata de personalidades sin cuestionamientos, con vocación de servicio a nuestra sociedad, y que no andan detrás de ningún candidato ni aspiran, que sepamos, a una postulación política o a un puesto público.

Las 100 propuestas provienen de profesionales altamente calificados. Algunos de ellos hicieron esfuerzos para socializar las sugerencias y antes de presentarlas consultaron con grupos, con especialistas y funcionarios.

Otros sencillamente sabían a lo que iban. En cada área, las propuestas aparecen en orden de prioridades. Así, si seleccionamos las primeras en cada caso, tendremos una especie de programa mínimo de prioridades de la sociedad dominicana en política, justicia, seguridad ciudadana, política exterior, economía, energía, medio ambiente, educación, salud y seguridad social, transporte y gestión cultural.

No hemos pretendido hacer un programa de gobierno, pero aspiramos a que quienes se encargan de planificar las ejecutorias gubernamentales de los partidos políticos tomen en cuenta estas “100 propuestas para el desarrollo del país”.

Esta plataforma no aspira a recibir votos, pero está concebida con la independencia y las mejores intenciones de sus autores.

Ha sido promovida por CLAVE con el interés de aportar a un debate electoral más edificante, con el cual la educación política de los electores pueda reforzarse.

Este tipo de sugerencia no es común en nuestros medios de comunicación.
Ellos son receptores de muchas propuestas individuales de candidatos, analistas, funcionarios y expertos, pero lamentablemente, al quedar dispersas, casi siempre se olvidan entre la montaña de declaraciones de políticos, funcionarios y candidatos que se pelean por los votos.

Con estas “100 propuestas para el desarrollo del país” aspiramos a cruzar este trayecto electoral, de febrero a mayo, pero con la intención de insistir, más allá de los resultados de las elecciones.
Más que ilusionar al elector, como gustan los programas de los partidos, pretendemos conseguir adhesiones de los partidos y de los candidatos para poner en marcha estas ideas. Si fuera posible conseguir solo una parte de lo que aquí está propuesto, tendríamos una República Dominicana mucho mejor que la que hoy tenemos.

Se nos podría tildar de ilusos, porque la tradición es que los partidos propongan y dispongan, y que después de las elecciones olviden sus compromisos con la nación.

Nos interesa insistir en propuestas de procedencia diferente, con intenciones distintas de las del que aspira a conseguir un puesto público, no importa que sea el más alto de la nación, porque con ellas ponemos en manos de los ejecutores de las políticas públicas un instrumento de planeación diferente del que ofrecen los consultores, asesores de pago, y buscadores de cargos públicos.

En las sugerencias de Rosario Espinal, Juan Manuel Pellerano, Servio Tulio Castaños, Miguel Ceara Hatton, Carlos Asilis, Ernesto Vilalta, Jesús Moreno, Juan Tomás Tavares, Pedro Luis Castellanos, Onéximo González y Andrés L. Mateo se concentra la mayor parte de las aspiraciones del pueblo dominicano.

Con estas “100 propuestas para el desarrollo del país” celebramos de la mejor manera nuestra edición número 100, con lo cual reafirmamos los objetivos que nos trazamos cuando este semanario salía a la calle por primera vez, el jueves 16 de marzo de 2006.

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