La corriente socialdemócrata de la Tercera Vía formula serias crítica a los gobiernos socialmente irresponsables que otorgan subsidios a sus ciudadanos sin exigirles responsabilidad alguna frente a la sociedad y frente a sus familias.
En una entrevista por televisión, Temístocles Montás, secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, acusó a Miguel Vargas Maldonado de irresponsable y neoliberal por comprometerse frente al país a reducir el Impuesto Sobre la Renta, el ITBIS y los impuestos a la gasolina, al gasoil y al gas de cocinar. Añadió que por asumir el tema fiscal de esta manera convierte al PRD en la vergüenza de la socialdemocracia internacional.
Parece que cuando el PLD solicitó ingreso a la Internacional Socialista lo hizo pensando en la experiencia de los partidos socialdemócratas europeos que practican en el gobierno la economía del Estado del Bienestar, asociada a una política de altos impuestos, la cual se ha estado revisando en la corriente socialdemócrata de la Tercera Vía. Una muestra de que Miguel Vargas y el PRD si son dignos representantes de la corriente socialdemócrata es el siguiente extracto del artículo Hacia una Tercera vía latinoamericana, publicado por el ex presidente de Chile, Ricardo Lagos, en el periódico El País Digital de España, el 19 de julio de 1999.
“Una política de impuestos para promover el crecimiento sostenible: Los socialdemócratas se identificaban en el pasado con los impuestos altos, especialmente en el mundo de los negocios. Los modelos socialdemócratas reconocen que en las circunstancias correctas, las reformas impositivas y las bajadas de impuestos pueden desempeñar un papel crucial para conseguir nuestros objetivos sociales. Por ejemplo, reducir los impuestos a las grandes empresas aumenta la rentabilidad y fortalece los incentivos para invertir. Las inversiones más altas expanden la actividad económica e incrementan el potencial productivo. Ayudan a crear un práctico círculo de crecimiento que incremente los recursos disponibles para el gasto público en propósitos sociales”.
Fue en ese orden de ideas que en 2001 los gobiernos socialdemócratas de Inglaterra y Alemania introdujeron reformas de alivio impositivo para incrementar el ingreso disponible de las familias. Fíjese que estamos hablando de dos países ubicados entre los siete más desarrollados del mundo, que devuelven una altísima proporción de los impuestos que cobran a la población, en servicios de alimentación, salud, educación, seguridad ciudadana y transparencia e institucionalidad.
Entonces, la política de racionalización del gasto público y mayor transparencia e institucionalidad que propone Miguel Vargas Maldonado, acompañada de una reducción de la carga impositiva que castiga a la población, más que un objetivo de política económica debe constituirse en un compromiso moral frente a una nación que observa atónita cómo se tiran por el barril sin fondo de los gastos superfluos y la francachela, decenas de miles de millones de pesos que hacen falta en la reparación de escuelas, compra de medicinas para los hospitales y para el combate de la delincuencia.
La corriente socialdemócrata de la Tercera Vía formula serias crítica a los gobiernos socialmente irresponsables que otorgan subsidios a sus ciudadanos sin exigirles responsabilidad alguna frente a la sociedad y frente a sus familias. Verbigracia, renunciar al cobro mensual de 480 millones de pesos por impuestos al consumo de gasoil, que se quedan en los bolsillos de los corruptos favorecidos.
¿Cuál es más vulnerable para la estabilidad fiscal: una reducción de impuestos que favorece a toda la población o los subsidios corruptivos de la exención selectiva del impuesto al consumo de gasoil y el cheque de tres mil pesos al mes por cada voto comprado?
- Julio Caminero
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