POR RADHAMÉS GÓMEZ PEPÍN
Está de regreso la desacreditada por chantajista costumbre de algunos ignorantes de atribuirles a medios de comunicación y ejecutivos de esos medios vinculación interesada con el Gobierno o con la oposición, según el caso.
Esa mala costumbre surge en determinada circunstancia y, para decir la verdad, había que esperar su fortalecimiento en el actual período electoral, cuando hasta la rastrería se ha puesto de moda.
Es cierto que en la comunicación en República Dominicana hay personas políticamente comprometidas con el Gobierno o con la oposición, algunas de las cuales ni siquiera lo disimulan. Estos son los menos dañinos y a veces sirven hasta para hacer reir.
Ese, sin embargo, no es el caso de una parte considerable de la comunicación, sobre todo en los medios del diarismo escrito, aunque en ocasiones hayan estado presentes y eso ha sido comprobado.
Otros medios, es indudable, tienen un historial muy limpio y muy conocido, para que individuos productos de improvisaciones temporales traten de echarlos por el suelo.
Regularmente se trata de enganchados a la comunicación para conseguir algún cargo y luego retornar a lo que han sido siempre.
Los periodistas, no los "periodistas" saben de lo que trato y conocen muchísimos casos como los que he descrito. Y no deben de temer.
Las puertas de El Nacional y de otros medios han estado, están y estarán siempre abiertas para cuantos quieran entrar a sus páginas, siempre que lo hagan con decoro.
Si hay quienes prefieren otras puertas, están en su perfecto derecho de usarlas. Lo que no puede pretenderse es que haya que caerles atrás, perseguirlos, para que usen la nuestra.
Cada quien que haga su elección, aunque regularmente al hacerla nos estemos poniendo en evidencia. “Dime con quien andas y te diré quién eres”, recuerda el inolvidable refrán de tanta vigencia.
Es de presumir que el actual momento tan apto para presiones desbocadas empeore a medida que se acerque el día de las elecciones, distante tres meses y dos días del de hoy.
Algo de esto se lee en el editorial que publicó ayer El Caribe, con el que me solidarizo plenamente.
Y como estas elecciones no serán las primeras que verán numerosos periodistas de verdad, es bueno que se vayan preparando para no dejarse provocar por nadie, sea un colega verdadero o uno de esos enganches.
En la mayoría de los casos esos enganches sirven a éste o aquel candidato, pero sea quien sea el amo creo que debe controlarlos, porque de seguro no le costaría gran trabajo.
A lo mejor cuesten cualquiera otra cosa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario