POR RADHAMÉS GÓMEZ PEPÍN
Siempe estará en desventaja cualquier candidato a la Presidencia de República Dominicana cuyo rival sea el titular de ese cargo que aspire a reelegirse.
Tanto trabajo cuesta derrotar al Presidente que, para conseguirlo, el candidato claramente ganador en las elecciones del 78 tuvo que cederle el control del Congreso, mediante un acuerdo de aposento.
Hablo de la ocasión en que don Antonio Guzmán Fernández, candidato del Partido Revolucionario Dominicano, derrotó sin asomo de la menor duda, al reformista Joaquín Balaguer.
Todos los organismos habidos y por haber, nacionales y extranjeros, tuvieron que presionar para que el Presidente entregara el mando, aunque años después sus mismos adversarios lo declararon "padre de la democracia dominicana".
Traigo esto a colación, porque hay dos hechos recientes que colocan al presidente Leonel Fernández en posición muy ventajosa ante sus demás rivales por la Presidencia para el período 2008-2012.
Uno es el lleva y trae en el Metro que tan buenos logros alcanzó para la reelección que hasta hubo importaciones de muchedumbres en guaguas desde todas parte, con gastos pagos, para hacer el viajecito.
Tan excelente estuvo aquello que los señores del Metro tuvieron gran cuidado en ocultar los daños que esa gente sin control le causó, y que espero no sean tantos como los que provocaron los "gloriosos" peloteros del Licey al vestuario recién inaugurado del estadio Cibao.
El otro caso es la reinauguración del Palacio de los Deportes Doctor Oscar Gobaira, de Santiago, al que alguien que no es de allá, gracias a Dios, se le ocurrió designar "Arena del Cibao", porque así tiene más sabor a yanquilandia.
Para la reinauguración fueron colocadas vistosas fotos del Presidente junto a atletas muy conocidos -aunque ninguno de ellos, creo yo, se fotografió con él para esos fines- y todavía el domingo en la pizarra principal estaba el letrero "pa'lante Presidente". Lástima que las víctimas del desagüe no pudieran verlo.
Ningún otro candidato podrá contar con ese despliegue publicitario gratuíto, porque nadie puede determinar cuándo el doctor Leonel Fernández Reyna es el Presidente de la República y cuándo es el candidato.
Es probable que ninguno de nuestros genios se ponga a contar las fotos de Leonel que publican los diarios, dizque para establecer la simpatía política de quienes los dirigen.
Advierto que no estoy radical ni profesionalmente opuesto a la reelección de nadie, llámese como se llame, porque no creo en verdades ni mentiras absolutas.
Y como prueba de que no estoy sistemáticamente en contra de ninguna reelección puedo citar que veo buenos resultados en la de Fidel y su gente y la de Chávez y la suya.
Eso es lo que dicen la mayoría cubana y la mayoría venezolana.
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