En los 90, Los alemanes eran el principal sustento de las empresas del sector en el litoral norte. Pero en los últimos tiempos había disminuido progresivamente sin que las autoridades hicieran nada para detener la debacle.
Por Manuel Quiterio Cedeno / El Caribe
BERLÍN.- En la capital alemana abundan en estos días las motivaciones dominicanas. Las autoridades de turismo de nuestro país han colocado vallas por toda la ciudad, con espectaculares fotografías de nuestros paisajes, tan impactantes, verdes y cálidas, que adornan el gris invierno berlinés.
Este plausible esfuerzo promocional es parte de lo que ha hecho República Dominicana para aprovechar su condición de país anfitrión de la feria turística ITB-2008, la más importante de turismo mundial, con 186 países y territorios y 11,400 expositores en 160 mil metros cuadrados. Un universo en el que es difícil sobresalir aún con la profusa promoción que tenemos.
Siempre se podrá hacer más, pero es mucho lo que se ha hecho e invertido para impactar al mercado alemán utilizando esta feria en la que se dice que empresarios y Gobierno invierten US$4.5 millones, principalmente el Estado y los patrocinadores Aerodom, Cap Cana y el Banco Popular.
Los recursos públicos destinados a este estratégico fin se recuperarán con los impuestos a cobrar con sólo atraer 25,000 alemanes más de los que recibimos en el 2007. Aun sólo para mantener los alemanes que recibimos, se justificaría hacerlo.
En los años 90, este mercado fue el más importante para nosotros. Los alemanes eran el principal sustento de las empresas del sector en el litoral norte. Pero en los últimos tiempos habían disminuido progresivamente sin que las autoridades hicieran nada para detener la debacle. Por eso el valor de este relanzamiento, aunque desconocemos lo que sigue a ITB.
En el 2000 vinieron al país 1.3 millones de europeos, de ellos, 451 mil alemanes (el 34.7%), un 0.28% menos que los 453 mil recibidos en el 1999. En el período 2000-2007 cada año vinieron menos alemanes. En el 2007 recibimos sólo 217 mil, es decir, menos de la mitad de los del 2000. Los alemanes, además pasaron a representar el 15.9% de los turistas llegados de Europa.
El impacto de la ITB, incluyendo el espectáculo fuera de serie montado por los artistas dominicanos, con Juan Luis Guerra a la cabeza, debe ser la señal de partida, porque en el inicio del 2008 se mantiene una situación de cuidado, ya que en enero la llegada de europeos se redujo en un 0.5%, pero la de alemanes fue un 19% negativa.
Manuel Quiterio Cedeño es periodista
mquiterio@cicomnews.com
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