Dionisio Soldevila
Antes del meridiano de los días Jueves, Viernes y Sábado Santos, los cirujanos que ganan entre 18 mil y 23 mil pesos mensuales, con la colaboración de anestesiólogos, que ganan lo mismo, y residentes que ganan menos que ellos, estaban operando solo en el Darío Contreras a 82 heridos de la Semana Mayor; agréguele a los Ortopedistas enyesando, inmovilizando, etc., en los mismos tres días.
Pueden sumarle antes del mediodía, los partos, cesáreas, curetajes de abortos en curso y otras cirugías en las maternidades del país a cualquier hora del día o de la madrugada, y así a todo lo largo y ancho del país.
Antes del meridiano de los mismos tres días, los que reciben salarios millonarios y submillonarios del erario, estaban en hoteles de lujo, llegados en helicópteros o en yipetas de último modelo, con gasolina del Estado, tomando finísimos ‘champagnes’ con caviar ruso, que ya no es comunista, como el salario de los médicos después del mediodía, con toda su familia algunos y otros imitando a algún ex–gobernador extranjero
Antes del meridiano de esos tres días antes mencionados, nadie escribió sobre regulaciones salariales para servidores públicos, que nunca madrugan trabajando en sus oficinas acondicionadas por expertos y reciben salarios y otros viáticos de centenares de miles de pesos, ¡ah! Qué diferente a las habitaciones de los médicos de servicio; les sugiero que las visiten antes del meridiano.
¡Qué fácil es calificar de niños malcriados a los médicos! que en la madrugada tratan de salvar la vida de un inocente herido por una bala perdida en el hígado o en los pulmones o por una herida de arma blanca en el corazón o en el páncreas y los días de pago reciba el que más gana 23 mil pesos para alimentarse y alimentar a su familia, educar a sus hijos en colegios porque las escuelas públicas no sirven. O es que Antes del meridiano no se atreve a calificar de niño malcriado al responsable de la Sun Land, al que protege a los que se construyen palacios en las montañas, con carreteras y energía eléctrica especialmente para ellos, mientras los lugareños viven a oscuras, al responsable de regalar millones en cheques a vagos por ser compañeros de partido.
Antes del meridiano es bueno llegar de madrugada a los hospitales y pasarse la noche acompañando a unos héroes anónimos remunerados en forma miserable que son los médicos dominicanos.
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