viernes, marzo 28, 2008

Sin temor ni favor


Por
Luis H. Arthur S. / El Caribe

Estadísticas rojas

A pesar de los 31 o 40 muertos y 412 heridos, esta Semana Santa ha sido una de las menos roja de los últimos años.

Los operativos lucen fueron eficaces. Los voluntarios eficientes y masivos y la promoción para la seguridad parece que caló en el espíritu de la mayoría.

Se nos recomendaba revisar nuestro vehículo antes de emprender marcha. Examinar las bandas, el motor, las llantas y sobre todo los frenos.

Ser prudentes, corteses y no manejar bebidos y mucho menos borracho. Desoír las propagandas licoreras y ser moderados en el beber y comer.

Fueron consejos buenos de prudencia ciudadana que dieron resultados positivos.
Ahora nuestro gran evento futuro son las elecciones. Ojalá también tuviésemos una organización que nos advirtiera sobre los peligros de fracaso que se nos esconden a cada paso.

Nos hablaran de lo malo de las reelecciones, las historia que parecen olvidadas que viene desde Santana, Báez, Lilís, Horacio Vásquez, Trujillo y Balaguer.

Del sufrimiento que llegó al pueblo con ellas.

También nos hablara de que los pueblos necesitan crecer líderes en quienes confiar y con quienes avanzar, y que nadie viene predestinado como los reyes de antaño, hoy en papel casi simbólico, y que la democracia implica cambios, alternabilidad, separación real de poderes e instituciones funcionales. Pensar.
Nadie es tan loco para viajar en un carro que sabe sin frenos.

La potencia del motor que mueve al vehículo, que es como el plan de operación y desarrollo de un gobierno, tienen que estar compensados necesariamente con una capacidad de límite, de frenado, que es lo que da confianza y seguridad.

Nos montamos en el carro de Hipólito que sin frenos nos llevó cuesta abajo y quería seguir.

Cambiamos al que habíamos desechado 4 años antes y éste con más talento, cortó sus frenos, y nos lleva en carrera loca a un viaje que quiere repetir, cuando todos los medios de límite se nos han negado, y sólo nos queda el de bajarnos apresurados cuando se pare por nuevo combustible, como necesariamente pasará el 16 de Mayo.

Si seguimos montados, si no recapacitamos y nos dejamos llevar por las palabras eufóricas del borracho de poder al volante, quizás entremos nuevamente a las estadísticas rojas olvidadas.

luis@arthur.net

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