miércoles, marzo 26, 2008

La trama develada


Las denuncias del PRD lucían tener el tinte político que por tradición sirve de quejas en procesos electorales.


Por Ramón Alburquerque / El Caribe


El gobernante joven que pontificaba con elegancia frente a la Iglesia ha caído de bruces. La corrupción le rodea y atrapado reniega de la sociedad civil. El informe de Participación Ciudadana, el reportaje de Nuria y el Sermón de las Siete Palabras, le golpean con el mazo del reproche.

Las denuncias del PRD lucían tener el tinte político que por tradición sirve de quejas en procesos electorales.

La burla cuando no la sátira decía que esas críticas anticipaban la crisis en sus filas cuando se conocieran los resultados de su derrota el 16 de mayo.

Los comentaristas y medios pagados generosamente con los dineros del erario, criticaron al presidente del PRD de manera implacable.

Le acusaron con ira sin advertir su resistencia a toda investigación por su vida responsable.

Es cierto que en el ámbito internacional el candidato reeleccionista convenció algunas entidades de la sinceridad de su conducta democrática. Por momentos se presentó como vocero calificado de los dominicanos. Se escucharon alabanzas a las excepcionales condiciones del reeleccionista gobernante.

No obstante, el alto costo de la vida, el desempleo, los altos impuestos, alertan al pueblo bostezante cuando despierta de la hipnosis de sus palabras.

En menos de cuatro años se rasga el velo de la mentira. Se disipa la confusión colectiva, se apaga la imaginería de los encantos, aunque la fe islámica de muchos peledeístas se fortalece con privilegios irritantes, mientras la mayoría deplora su pobreza dominante.

Se agotan los argumentos sagaces del joven gobernante. El inflado Metro es tema de homilías en las parroquias populares.

Sus vagones llevarán pobres enfermos hacia hospitales sin salud. Los mozalbetes pasarán horas en los túneles sin clases, porque prefieren ser ricos traficando en el Gobierno.

La gente usa los préstamos ilegales en dramas de veladas populares, pero nadie escoge el personaje que autoriza las notas promisorias, prefieren vender los pagarés de manera irresponsable.

Los términos de moda son: nuevo-ricos, tránsfugas, prebendas, el clientelismo con sus sinónimos: botellas, residencias-faraónicas, salario-jeques, grado a grado, compra-ilegales, licitación amañada, y muchos más, usados por el Gobierno a manera de virtudes.

Los micros, pequeños y medianos productores desaparecen, quedan los grandes y muchos se hacen importadores. Mientras, el Gobierno promete medidas.

El 16 de mayo mostrará la madurez de una nación buscando un gobernante creativo, y casi en silencio, se asoma el éxito encarnado: Miguel Vargas. Con él renace el PRD.

Ramón Alburquerque es presidente del PRD

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