jueves, marzo 27, 2008

PULSACIONES

El Nacional, Vespertino Dominicano

POR RADHAMÉS GÓMEZ PEPÍN


Para comenzar, dos verdades: Ni la Junta Central Electoral tiene los medios para hacer cumplir su decisión sobre la "nominilla"; ni el Gobierno va a suspender esos pagos indebidos, al menos hasta mayo.

La ordenanza de la Junta será todo lo justa que usted quiera que sea, pero impracticable, porque carece de los medios coercitivos necesarios para hacerla cumplir.

Será un magnífico e inútil aporte teórico para contribuir a la limpieza de las elecciones, pero nada más. De eso no hay forma de que pueda pasar.

Queda, sin embargo, el excelente trabajo periodístico de Nuria Piera, que tampoco podrá pasar de eso, pero que servirá de referente al proceso electoral del 2008, tan pródigo en sorpresas inimaginables.

Del otro lado, del gubernamental, los inscritos en las nominillas pueden dormir tranquilos, porque las cosas seguirán como hasta ahora, aunque quizás con algunas mínimas variaciones de forma, no de fondo...ni de los fondos.

Es posible que el dinerito les llegue en efectivo, no en cheques, algo que tiene la ventaja de que no hay que cambiar nada en ningún sitio, sino que se puede comenzar a gastar desde el mismo momento en que se recibe.

También dentro de las posibilidades está que se cambien los lugares para los cobros y que desde ahora no deba irse a oficinas públicas a firmar papeles ni nada de eso.

Lo absolutamente seguro es que los pagos continuarán, no obstante la alta dirigencia peledeista proclame que acatará la decisión de la Junta, tal vez pensando que somos más zoquetes de lo que realmente hemos demostrado ser.

No es verdad que el Gobierno va a correr el riesgo de perder unos cuantos miles de votos, porque aunque sea indirectamente lo disponga tribunal alguno y menos cuando ese tribunal no puede hacer más que hablar y hablar.

Y he dicho que las nominillas se mantendrán hasta mayo, porque el 16 de ese mes habrá elecciones presidenciales y una vez que se eche el voto en la urna no habrá nada similar hasta el 2010 o el 2012, cuando vendrán nuevos acuerdos y conversaciones.

La moraleja es que las elecciones dominicanas las ganará quien tenga más dinero para comprar los votos necesarios, a menos que se produzca una colosal conmoción pública que nos saque del lugar en donde desdichadamente nos han metido.

Para nada servirán comisiones, supervisores ni otros grupos de burócratas vacacionistas que vienen a conocer esta tierra y a disfrutar de sus playas.

Sin embargo, aquí hallarán imitadores, porque la buena vida es una aspiración de la humanidad entera.

Y si el pretexto es beneficiar la Patria y preservar la democracia, entonces pa'lante.

rgomez@elnacional.com.do

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