El Nacional, Vespertino Dominicano
JUAN JOSÉ AYUSO
1.- No hubo ni hay trujillistas inocentes.
Tampoco neotrujillistas-balagueristas.
La entrega incondicional a Rafael Trujillo, que se reciprocaba con privilegios y prebendas de puestos, corrupción, riqueza e impunidad, representó una aceptación de la mentalidad, método y acciones del tirano y la tiranía.
Lo mismo que el apoyo incondicional a Joaquín Balaguer, neotrujillista en una versión de déspota ilustrado, que también la devolvía en altos puestos, corrupción, riqueza e impunidad.
No hubo ni hay trujillistas y neotrujillistas inocentes.
De los primeros, hay un grupo de cierto pudor que le ha impedido, aun como autodefensa, caer en la glorificación pública “post-mortem” del tirano y la tiranía.
Sólo algunos con la cara dura y un disfraz de ovejas que ni a ellos mismos engaña han tratado de mentir que no se mancharon con los crímenes y corrupción del tirano y que en sus años de servicio sólo pusieron su capacidad al servicio del Estado.
De los neotrujillistas, quienes desde 1978 en que perdieron el poder y junto a su caudillo diseñaron e implantan una campaña para demostrar que los otros partidos y políticos son de su ralea, casi todos están a la caza de negocios a la sombra del poder.
Toda esa pandilla de políticos por negocio hizo fortuna en los veintidós años de corrupción de Balaguer y, a pesar de que la mayoría tiene con qué vivir muy bien y poner a vivir igual a sus hijos y nietos, no sabe hacer un peso con el trabajo honrado y anda en el medro perverso de la politiquería.
Y muchos de ellos, como quien sabe bien que denostar y descalificar al contrario puede ser un medio de quedar menos denostado y descalificado de lo que ellos están por su trayectoria de peculado abierto y descarado, toman la iniciativa y dicen primero, pero mienten y calumnian.
Y como tienen doce años fuera del poder directo, aprovechan que las mayorías pierden el recuerdo de sus tropelías e iniquidades contra el pueblo y el erario y en ocasiones hablan como si los invistiera la túnica de prócer con que por doble moral quería aparecer siempre su caudillo y proveedor.
Pero así como no hubo ni hay trujillistas inocentes, tampoco balagueristas-neotrujillistas.
Aquellos fueron y son corresponsables y usufructuarios de los crímenes y de la corrupción y enriquecimiento de la tiranía y éstos lo fueron y lo son del método del asesinato y alevosía criminales y de la “danza de los millones” de la corrupción de Balaguer.
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