martes, abril 01, 2008
Señales creíbles
Indiscutiblemente que la señal más firme es la que se fundamenta en los hechos, y donde la memoria juega un rol determinante. Es aquí donde el Presidente Leeonel Fernández tiene la gran ventaja
Por Pedro Silverio / El Caribe
A cuarenta y cinco días de las elecciones presidenciales del próximo mes de mayo, los principales partidos de la oposición aún no han presentado un plan económico que además de ser atractivo para los votantes refleje una visión coherente en respuesta a las necesidades de la economía nacional.
Es sumamente difícil articular un programa de gobierno en materia económica que contemporice con la diversidad de intereses que predominan en cualquier sociedad mínimamente organizada. De manera que los programas de gobierno pierden, en su mayoría, la necesaria especificidad y se convierten en enunciados de buena voluntad.
Esto lleva a que los electores terminan no dando credibilidad a lo que en ellos se dice. Esta realidad quedó acuñada en una frase pronunciada por el profesor Bosch (si mal no recuerdo) de que “los dominicanos no votan por programas.”
Claro está que los compromisos asumidos por un candidato, a través del programa económico, pueden posteriormente utilizarse para evaluar el alcance de las metas propuestas. Pero ahora mismo, nos interesa ver este instrumento como señal para guiar la decisión del elector.
En este sentido, se puede afirmar que los programas de gobierno no representan una señal creíble para el electorado y que la decisión del voto se basa en otro tipo de señal de mayor calidad. Indiscutiblemente que la señal más firme es la que se fundamenta en los hechos, y donde la memoria juega un rol determinante.
Es aquí donde el presidente Fernández tiene la gran ventaja: ha presidido dos períodos de gobierno con un extraordinario éxito en el desempeño de la economía dominicana.
Reconocemos que hay otros aspectos cruciales para medir el éxito de un gobernante, pero sin el éxito económico como telón de fondo, todo lo demás se complica de forma notoria.
El manejo de la economía puede decretar la suerte de un gobernante.
De frente a esta realidad, las señales que presenta el doctor Fernández al electorado son de gran credibilidad, contrario a las señales del candidato opositor, quien carga con los desaciertos económicos de la gestión de gobierno de la cual fue parte importante.
Las promesas descabelladas no pueden sustituir esta realidad; por el contrario, envían señales claras de un oportunismo electoral que logra convencer a muy pocos.
Las señales de credibilidad del presidente Fernández han quedado reflejadas en los resultados de las encuestadoras independientes, las que sitúan al mandatario con un margen promedio de ventaja superior a los 20 puntos porcentuales.
Para revertir esta ventaja se requiere mucho más que simples deseos.
Pedro Silverio es economista
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