60 años

Editorial de El Caribe

Por Redacción / El Caribe

Al arribar a su sesenta aniversario El Caribe reafirma los postulados esenciales que han caracterizado su ejercicio a lo largo de décadas en defensa de la libertad de expresión y difusión del pensamiento, de los derechos humanos y de los mejores valores nacionales.

Ha sido una ardua tarea, reconocida por muchos, pero también en ocasiones sometida a peligros y desafíos. Por eso el doctor Germán Emilio Ornes, que consagró gran parte de su vida a este diario, sostenía que “el precio de la libertad es la eterna vigilancia”.

En efecto, un periódico que se respete a sí mismo y que esté firmemente comprometido con la búsqueda de la verdad tiene que resistir cualquier presión de personas que traten de poner la información al servicio de sus intereses.

Consciente de su misión a favor del interés general, El Caribe se empeña en presentar diariamente una información confiable que exprese puntos de vistas diversos y hasta controvertidos, a fin de que el lector pueda entender la realidad en todo su justo contexto y así formarse su propio criterio.

Prestamos especial atención a identificar e interpretar las necesidades y expectativas de la población y contribuir a canalizar sus inquietudes, además de promover la búsqueda de soluciones a temas que contribuyan a elevar la calidad de vida a nivel general.

La madurez profesional nos ha permitido también reforzar nuestros valores periodísticos para facilitar la difusión de la versión contraria, sobre todo en historias conflictivas que tienen ángulos de intereses contrapuestos y aceptar con facilidad y humildad las rectificaciones.

Los medios de comunicación que actúan con fiel apego a las normas de buen periodismo tienen que verificar las informaciones que sirven al público, además de evitar cualquier alusión indebida que pueda afectar la honra particular de los ciudadanos.

Sin embargo, no pueden de ningún modo trabajar con libertad profesional si se ven sometidos a temores o amenazas de quienes solo comulgan con un periodismo anodino o complaciente.
Por tal motivo, la defensa de las libertades públicas se mantiene invariablemente como un pilar fundamental en pro de la institucionalidad democrática del país.