miércoles, abril 16, 2008

Coctelera

”El secretario de Agricultura descarta crisis alimentaria en el país porque aquí hay de todo, mucho de todo. Sí señor, sobre todo muchos vagos y más sinvergüenzas que el carajo”. Farmacia Mella…

”El gobierno de Taiwán quiere que el país aumente sus exportaciones. Nosotros también lo deseamos”. Farmacia Mella…

Mi querido Magino, la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y la Federación de Asociaciones Industriales sugieren al gobierno que use todas las tierras del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) para producir, masivamente, alimentos de primera necesidad. Esa es una excelente propuesta que surge cuando hay una especie de pánico mundial, especialmente en los países pobres, debido al alza de precios de los alimentos y escasez de los mismos. El gobierno tiene recursos más que suficientes para explotar esas tierras y crear una reserva alimentaria para enfrentarla a la época de las vacas flacas. ¡Tiempo es, Magino, lo que no se puede perder!...

El Banco Mundial, mi querido viejo, pone marcado énfasis en los programas de protección social para hacer frente a la situación que se avizora. Considera que los gobiernos podrían dividir sus políticas en tres categorías generales: 1) intervenciones destinadas a garantizar la seguridad alimentaria de los hogares mediante el fortalecimiento de programas de protección social especialmente dirigidos a tal fin; 2) intervenciones encaminadas a reducir los precios internos de los alimentos a través de prácticas comerciales o medidas administrativas de corto plazo, y 3) intervenciones para mejorar el abastecimiento de alimentos a largo plazo…

Me llama mucho la atención, mi querido Magino, que el Banco Mundial señala que entre las “opciones óptimas” para abordar la inseguridad alimentaria, se encuentra una medida que es practicada por el gobierno desde hace algún tiempo, aunque con ciertas variantes a las definidas por el Banco: las transferencias cuasimonetarias que conllevan ciertas obligaciones por los beneficiarios, como la de enviar los niños a las escuelas. Es lo que se llama aquí tarjeta de Solidaridad…

El secretario de Industria y Comercio, Melanio Paredes, afirma que por cambios en la legislación no es fácil sancionar a los especuladores, pues han desaparecido los controles de precios y éstos los fija el mercado de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda. ¡Nos jodimos! Por cierto, me viene a la mente algo que ocurrió durante la segunda guerra mundial. Un propietario de colmado, en la calle El Conde, vendió arroz a siete centavos la libra, cuando el precio oficial era de seis. Lo condenaron a seis meses de cárcel. ¡Don Fello, el de San Cristóbal, tenía los juegos muy pesados!

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