jueves, abril 17, 2008
Sin temor ni favor
Por Luis H. Arthur S. / El Caribe
Nueva banda
Decía que vivimos tiempos en que cualquiera puede decir lo que quiera, pues a nadie le importa ya que nadie oye, y al leer los periódicos me topo con el nombre del señor Manuel Sigfrido Cabrera Mena, muerto en Montecristi el pasado 5 de abril por decir el lema que acuñó el PLD en la campaña contra Hipólito: ¡E’ pa’ fuera que van!, con sus respectivas señas.
Vemos que “la patrulla 42”, “la banda”, “los incontrolables” o como quieran llamarla, ya está dando visos de estar en su tarea de amedrentamiento y limpieza.
Ahora se ensañan contra los más débiles, los ciudadanos simples, aquellos que forman masa y son más fácilmente acarreados, convencidos, comprados por nada y hasta sólo con promesas, y que forman la base grande de sus esperanzas demagógicas, sin que la justicia les tome en cuenta por ser infelices.
Mañana será contra los demás, los que de alguna manera tenemos más nombre y aun nos sentimos con derecho a disentir, a advertir, a desenmascarar y no nos alineamos.
Y no puede ser de otra manera. Son hombres desleales a sus principios, a sus amigos, a su pueblo.
Seres que traicionan al maestro, al líder que los hizo gente y ahora abrazan las del opositor y su corte de bandidos.
Hombres de sólo intereses y deslealtades, a los que he llamado chaqueteros.
Nuestro Presidente que hablaba bonito se ha rodeado de pura basura, la propia y la de otros partidos, que deliberadamente y con ulteriores propósitos no escondidos los está destruyendo, y lo hace con el dinero de nuestros impuestos.
Un Presidente que se asegura de la lealtad de los suyos con nominillas para que no lo tumben, y de lo que se entienda por “lealtad” de los “desleales” a su propio partido y a su gente, con chequesotes y abundantes prebendas. Ese señor busca que confiemos en él y hace lo indecible, con acciones y dinero ilegales, para quedarse en el poder.
Si lo logra, que Dios nos agarre confesados, y a los que hicieron eso posible, los perdone y luego no les atienda sus amargas quejas cuando lleguen días de conculcación de la libertad y limpieza de opositores y será con sueldos y balas compradascon nuestro dinero.
Son caminos conocidos, ya trillados por los padres de los que no tienen memoria.
luis@arthur.net
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