lunes, abril 28, 2008

La ruptura generacional


La necesidad de la ruptura es un sentir silente de la mayoría de los dominicanos y dominicanas


Por
Milton Morrison / El Caribe


En República Dominicana se ha producido una corrosión en varios eslabones sociales, económicos, políticos y culturales, profundizando de esta manera la fisura de las cadenas del desarrollo nacional.

Las últimas cinco generaciones del liderazgo nacional no han podido dar respuesta a los principales problemas que afectan nuestra nación.

Para el país comenzar un proceso real de desarrollo humano cimentado en un estado de derecho, ha de producirse una ruptura en términos políticos, y sobre bases democráticas que soslayen aspectos fundamentales del modus operandis de las generaciones de dominicanos y dominicanas que han dirigido los destinos del país hasta el momento.

La clasificación generacional a la cual me refiero abarca aquellos ciudadanos cuyas acciones y pensamientos han llevado nuestro país hacia un estado de involución institucional, resquebrajamiento del estado de derecho y marginación socioeconómica de la población.

La ruptura generacional no es cronológica, sino mental, y podrá ser asumida por cualquier ciudadano y ciudadana que, independientemente de su edad, se sienta comprometido/a con crear una nación como la soñaron los hombres y mujeres que forjaron nuestra nacionalidad.

Creo firmemente en el fortalecimiento de la democracia participativa. Una democracia que permita la participación activa de actores y actoras capaces de propiciar escenarios de equidad, bienestar colectivo, respeto por las leyes y las instituciones, así como de hacer las modificaciones necesarias a nuestra estructura jurídica, con la participación de expertos y sectores populares.

La ruptura a la cual me refiero no podrá producirse sin el esfuerzo y colaboración de aquellos dominicanos y dominicanas que entiendan la necesidad de encauzar el destino del país sobre bases éticas, participativas y equitativas, orientadas por la definición de una política económica que tenga al ser humano como su centro, y cuyo fortalecimiento institucional ayude a materializar los derechos y deberes consignados en la Carta Magna y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, consideradas en múltiples ocasiones como letras muertas.

La necesidad de la ruptura es un sentir silente de la mayoría de los dominicanos y dominicanas, independientemente de la clase social, raza, religión, ideología política, oficio o dedicación. Compartimos la creencia de que es necesario un cambio sustancial en la sociedad dominicana, y para construir un país donde prioricemos los intereses nacionales.
Milton Morrison es ingeniero

miltonmorrison@gmail.com

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