lunes, abril 28, 2008
La columna de Miguel Guerrero
Por Miguel Guerrero / El Caribe
Es sencillamente asombroso. En campañas electorales se ve de todo y cualquier recurso es válido para conquistar votos, desde la compra de conciencia hasta el abandono de viejos ideales, pasados de moda y que sirven ya para muy poco.
La posibilidad de mantenerse en el poder por otros cuatro años, ha hecho del presidente Fernández un hombre de fe. Sus años de incredulidad quedaron atrás.
Ahora es un fiel y devoto creyente. Su conversión reafirma que no importa lo sucedido a lo largo de una vida, siempre habrá oportunidad de encontrarse con el Señor, aún para el mayor de los pecadores, lo cual ciertamente está lejos de ser su caso.
En un discurso de campaña en Puerto Plata, el mandatario hizo gala de su hasta ahora bien guardada religiosidad. Su candidatura, dijo según pudo leerse en Clave Digital, “está como el teleférico que va subiendo a la altura de la montaña para encontrarse con ese Cristo Redentor que mira y protege el futuro de la República Dominicana”.
Una expresión del cambio operado en él y en su partido, cuyos miembros y dirigentes fueron educados políticamente en el ideal marxista, que abjura de la existencia de una verdad absoluta, es decir un Dios único creador y dueño del Universo.
Ideas originales que los mantuvieron lejos del poder y que en tiempos de su fundador, Juan Bosch, provocaron fuertes controversias con la Iglesia. Las necesidades del poder han alejado al presidente de esas concepciones. No es ya el marxismo como método de análisis de la sociedad y las realidades sociales a lo que se apela.
Es al sentimiento íntimo religioso del pueblo cristiano, ya católico, ya protestante, que genera la fuente de donde se nutre el poder que tanto se ama y atrae.
Muchos creyentes alrededor del mundo consumen sus años en la búsqueda de un encuentro con su Señor. Tal vez ignoren que el teleférico de Puerto Plata sea el camino más corto para encontrarlo.
Miguel Guerrero es escritor y periodista
mguerrero@mgpr.com.do
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario