Listín Diario, Matutino Dominicano
Raúl Pérez Peña (Bacho)
Reporteros de la prensa nacional escucharon, grabaron y filmaron en vivo al coronel Mieses, P.N., declarar que recibía “órdenes superiores” cada vez que se le preguntaba sobre el origen de la aparatosa intervención del “Cuerpo del Orden” en el atropellante cierre de Nocturnal el 2 de abril de 2008.
El alto oficial fue efusivo y conciso al responder a los medios noticiosos ante la presidenta del Colegio de Periodistas, Mercedes Castillo, y más de 20 comunicadores, columnistas, intelectuales, artistas y productores de programas. En su ejercicio profesional, varios reporteros preguntaban al coronel Mieses el por qué de la brutal acción policial en ausencia de un funcionario y una orden judicial. Pero el comandante remachaba impertérrito: “Órdenes superiores”. Y solía puntualizar: “No tengo nada que agregar”. Al día siguiente, el vocero de la Policía dijo que el contingente policial fue enviado a petición de los dueños de Cinevisón y Telenorte.
Las declaraciones del coronel Rosario agravaron el ultraje, porque su función o responsabilidad hace suponer que tiene plena conciencia de las violaciones al Estado de Derecho que implicaba la acción de la Policía al carecer de una sentencia de un tribunal competente y sin la compañía de un funcionario del Ministerio Público. Repitió al coronel Mieses.
Fungiendo como fantasma de un régimen de fuerza, el coronel Rosario involucró a los dueños del canal 19, al atribuirle la solicitud del contingente, otra vez justificando las mismas violaciones. “A confesión de parte, relevo de pruebas”. Se sabía del “delivery” de colmados y pizzerías. Ahora el mismo servicio a domicilio lo ofrece la Policía. A condición de quién lo solicita.
Con tan rápida acción ante un pedido para conculcar derechos constitucionales, la gente se pregunta: ¿Trajo el progreso la innovación del servicio “Delivery” de atropello policial?
El alto oficial fue efusivo y conciso al responder a los medios noticiosos ante la presidenta del Colegio de Periodistas, Mercedes Castillo, y más de 20 comunicadores, columnistas, intelectuales, artistas y productores de programas. En su ejercicio profesional, varios reporteros preguntaban al coronel Mieses el por qué de la brutal acción policial en ausencia de un funcionario y una orden judicial. Pero el comandante remachaba impertérrito: “Órdenes superiores”. Y solía puntualizar: “No tengo nada que agregar”. Al día siguiente, el vocero de la Policía dijo que el contingente policial fue enviado a petición de los dueños de Cinevisón y Telenorte.
Las declaraciones del coronel Rosario agravaron el ultraje, porque su función o responsabilidad hace suponer que tiene plena conciencia de las violaciones al Estado de Derecho que implicaba la acción de la Policía al carecer de una sentencia de un tribunal competente y sin la compañía de un funcionario del Ministerio Público. Repitió al coronel Mieses.
Fungiendo como fantasma de un régimen de fuerza, el coronel Rosario involucró a los dueños del canal 19, al atribuirle la solicitud del contingente, otra vez justificando las mismas violaciones. “A confesión de parte, relevo de pruebas”. Se sabía del “delivery” de colmados y pizzerías. Ahora el mismo servicio a domicilio lo ofrece la Policía. A condición de quién lo solicita.
Con tan rápida acción ante un pedido para conculcar derechos constitucionales, la gente se pregunta: ¿Trajo el progreso la innovación del servicio “Delivery” de atropello policial?
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