martes, abril 08, 2008
Déjense seducir por la lectura
No apelo a la coloración de la piel de la imagen, ni sus labios destacados o su rostro en actitud de lectura, ya que caería en la misma falla que entiendo tiene su análisis
Por David Álvarez Martín / El Caribe
Recientemente la Dra. Lilliam Fondeur publicó un artículo cuestionando el afiche de la Feria del Libro por considerarlo sexista y racista. Tuve el gusto de participar en Metrópolis con ella y escuché sus argumentos con detenimiento.
Acudí a ver uno de dichos afiches en exhibición en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y analizarlo con detenimiento. Y honestamente, por más vueltas que le di, no termino de descubrir en dicho afiche el carácter sexista o racista que la doctora Fondeur percibe.
Reconozco que en cuanto a óptica estética la naturaleza de dicha percepción implica la riqueza de su expresión, pero llegar a juicios tan radicales, en mi humilde opinión, no tiene un asidero.
No apelo a la coloración de la piel de la imagen, ni sus labios destacados o su rostro en actitud de lectura, ya que caería en la misma falla que entiendo tiene su análisis.
El afiche es una propuesta de arte y apuesta a sentidos más hondos que la sumatoria de sus elementos.
Pero ninguno de sus elementos, ni la relación entre ellos, comunican subordinación de la mujer o desprecio por rasgos raciales.
La seducción es una apelación antropomórfica del estudio y la lectura. Salvo que asesinemos a las musas, siempre será lugar común de referencia una imagen femenina, como lo es de la patria en la Revolución Francesa o la sabiduría con Atenea en Grecia.
El camino del “realismo” estético es una pendiente que termina en los absurdos soviéticos o nazis de sus expresiones ideológicas del arte, o derribando budas centenarios con los talibanes.
Una purga de la literatura criolla condenaría a la hoguera Gólgota Rosa, ya no por motivos sacros, sino por enfatizar de manera “sexista” los pechos femeninos y Pedro Mir se condenaría al ostracismo por la “sexista” referencia a “los besos en la solteras antiguas” o la comparación con “una adolescente en las caderas”.
Si en lugar de una mujer hubiesen colocando un varón ¿sería un ataque contra las mujeres como lectoras?
No comparto la “lectura” del afiche de la Dra. Fondeur. El afiche, como expresión artística, no tiene ese sesgo.
El afiche de la Feria del Libro es un bello homenaje a la Literatura, la Lectura y la Raza Caribeña, que definitivamente son expresiones femeninas de nuestra lengua cervantina. ¡Déjense seducir por la lectura!
David álvarez Martín es filósofo
davidalvarez144@yahoo.com
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