viernes, noviembre 17, 2006

El fraude de Finanzas

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JOSÉ LOIS MALKUN

-DE HOY, MATUTINO DOMINICANO-


Es cierto lo que dice el secretario de Estado de Finanzas. También se detectaron irregularidades en el manejo de los fondos de pensión durante mi gestión entre el 2002 y el 2003. Se cancelaron funcionarios y se inició una investigación en torno al caso. Claro está, el monto del que se habla ahora no tiene nada que ver con el de aquella época. Pero también encontramos que muchas de esas irregularidades venían desde más atrás o sea, desde el Gobierno del PLD en los años 1996-2000.

Lo mismo sucedió con los fraudes bancarios. Se remontaban 14 años atrás, entre los cuales cuatro de esos años fueron bajo el Gobierno del PLD aunque nadie lo detectó.

En materia de corrupción, nada de lo que sucede en este país es producto de un período de Gobierno. Absolutamente nada. Todos tienen una larga historia. Algunos tienen el valor de denunciarlo públicamente, como lo ha hecho Vicente Bengoa, pero otros se lo callan. La mayoría lo calla. Le buscan una salida rápida, simple y discreta. Porque en todas las instituciones públicas hay mucha corrupción.

Cuando se detectó el fraude con los cupones del subsidio del gas licuado, que supervisaba la Comisión Social de la cual yo formaba parte, muchos pidieron silencio. Incluyendo gente muy ligada al Gobierno ya que se trataba de pejes gordos. Pero el caso no sólo se hizo público sino que se sometieron a la justicia a esos pejes gordos, incluyendo altos funcionarios del Gobierno anterior. ¿Ya olvidaron ese caso?

Y vuelvo a tocar el tema de las reformas institucionales. Quizás lo hago por enésima vez en mis artículos. Se han gastado miles de millones de dólares en estas reformas (solo en educación y salud van como 600 millones) y las cosas siguen empeorando. Hay un programa de reforma financiera que lleva más de 6 años en ejecución y tiene su unidad ejecutora precisamente en la Secretaría de Finanzas, donde se ha detectado un fraude colosal.

El problema es que estas reformas se siguen realizando al margen del problema central que toda reforma debe atacar. Me refiero a los recursos humanos. No es posible implementar mejoras en los sistemas que norman y regulan el funcionamiento operativo y financiero de estas instituciones, si se sigue con el concepto de que es mejor tener mil empleados mediocres, mal pagados y con afiliación política al partido en el poder, que tener 400 con buenas calificaciones, seguridad en el puesto y con un salario decente.

Las unidades ejecutoras de los programas de reformas son un manojo de calidad y buen gusto. Tienen profesionales muy buenos, con altos salarios y muchos beneficios colaterales. El resto del personal, que es el que tiene que guayar la yuca y ejecutar los fuertes cambios de paradigma que exigen estas reformas, siguen cobrando salarios de miseria, con la agravante de que después de recibir entrenamiento por varios meses viene un cambio de Secretario o de Gobierno y se los lleva a todos sin distinción. Por eso hay corrupción. Tiene que haberla. Y los organismos financieros internacionales no acaban de entender esta realidad y siguen jodiendo a los países con más préstamos para reformas.

Aquí cuando comienza un Gobierno, es como si nada hubiera ocurrido en el pasado. Actúa como si todo esta por hacer. Y lo que hizo el anterior fue malo por definición y hay que reiniciarlo de nuevo. Eso incluye hasta las obras públicas.

Por ejemplo, este Gobierno sometió a varios funcionarios del Gobierno anterior por las irregularidades detectadas en el Plan Renove. Pero independientemente de lo que decida la Suprema Corte de Justicia en este caso, todo lo que se hizo en ese Plan lo hicieron los gobiernos anteriores incluyendo el actual cuando gobernó del 1996 al 2000.

Finalmente, después de dos años y meses en el poder ya el Gobierno muestra su desesperación y su propio desgaste. Aparecen a diario casos de corrupción que invaden a muchos sectores e instituciones del Gobierno incluyendo las propias Fuerzas Armadas y la DNCD. Y se habla de cifras que ya no son centavos. Después de los fraudes bancarios, el dinero nada significa y los nuevos casos de corrupción son de 100, 200 ó 500 millones. Total, solo en Baninter el fraude fue de 55 mil millones.

Amigo Bengoa, esta corrupción en Finanzas no viene solo desde mi gestión, sino de su Gobierno anterior y probablemente de mucho más atrás. Investíguela bien y se dará cuenta que es parte de un problema mucho más complejo, donde no basta con espantar las abejas para que a otro le pique.


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