lunes, noviembre 13, 2006

Muro de Lamentaciones

Testigo del tiempo
J.C. Malone

-DE EL LISTIN DIARIO, MATUTINO DOMINICANO-

NUEVA YORK.- Arabia Saudita construye un muro en su frontera con Irak. China construyó uno separándose de Corea del Norte. Israel levantó barreras para excluir a los palestinos. La India planea 1,800 millas de muro en su frontera pakistaní y Thailandia construye uno de 400 millas en su límite con Malasia. Hoy la geopolítica de varilla y cemento cubre el fracaso diplomático. Los muros fronterizos están de moda.

En “Los Motivos de las Imágenes,” René Magrite dibuja un muro y escribe: “un objeto puede dejar implícito que tiene otros objetos detrás.” La propuesta de construir 700 millas de muro en la frontera méxico-estadounidense buscaba ocultar los ataúdes que llegan de Irak y los escándalos congresionales. Y, sobre todo, la incapacidad republicana de producir una reforma migratoria auténtica aunque controlan todos los poderes de estado.

Bush firmó una ley autorizando $1.200 millones para cámaras, sensores, detectores, y otra tecnología de protección fronteriza, no para el muro, que costará entre cuatro y nueve mil millones.

Los gritos israelitas derribaron los muros de Jericó. Si alguna vez construyen el muro, lo construirán indocumentados cobrando sueldos miserables. Y los latinoamericanos lo derribarán, cantándole “Esa Maldita Pared” de Felipe Pirela. O lo tumbarán empleadores buscando mano de obra barata.

El muro, o la ilusión de su construcción, fue promovida para atraer los votos ultraderechistas y xenófobos con los que republicanos esperaban ganar las elecciones. Ahora perdieron y les falta un muro de lamentaciones para llorar su derrota. Se esfumó la ilusión de la pared y el país sigue con 12 millones de indocumentados necesitando una reforma migratoria auténtica.

Pink Floyd, en su alucinante viaje al sonido titulado The Wall, dice “ con todo y todo, sólo somos un ladrillo en la pared.” El miedo y el odio son los ladrillos del muro inexistente.

jcmalone01@aol.Com


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