VIOLETA YANGUELA
-DE EL NACIONAL, VESPERTINO DOMINICANO-
Se conocen dos. El flagelo de la corrupción y el flagelo de la droga. Habría que agregar un tercero, el flagelo de los déficits cuasi fiscales.
Recientemente en el marco de la XII Conferencia Internacional Anticorrupción celebrada en Guatemala, los presidentes centroamericanos han firmado un acuerdo en el que se comprometen a tener en 2010 una región libre de corrupción. Esta Conferencia Internacional Anticorrupción fue fundada en 1983. Pero resulta que el presidente de Guatemala ha recordado en su discurso, que en 1996 los países de la región pertenecientes a la Organización de Estados Americanos firmaron la Convención Interamericana contra la corrupción en la que acordaron combatir el flagelo.
A 26 años del comienzo de la Conferencia Internacional y con la número 12 celebrada en Guatemala y a 10 años de la Convención Interamericana el Índice de la Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional 2006 sirve de indicador de la situación de la región. Sólo Chile se encuentra en los primeros 20 lugares de los 163 países analizados con una puntuación de 7.3. Los más cercanos son: Uruguay, con una puntuación de 6.4, ocupando la posición 30, y Costa Rica, en la posición 55, con una puntuación de 4.1. Todos los demás están por debajo de los 4.0 puntos. (La mayor puntuación es 10).
Los cuasi, una manera muy creativa de llamarlo. Por invitación del Banco Central dominicano se celebró en Santo Domingo una reunión de expertos para discutir, debatir y conocer experiencias en torno al manejo de los déficits cuasi fiscales. Las razones son las mismas. El embate de empresarios, políticos populistas y demás corruptos que conforman la Sagrada Institución del Enllavismo (SIE) que violan todas las normas legales y morales dejando los países en bancarrota que obliga la llegada del Chapulín financiero global del Fondo Monetario Internacional (FMI) a poner orden en el caos financiero de los países con una clase dirigente irresponsable. Las soluciones también son las mismas, ¡llega el Chapulín!
El flagelo de la droga. Como mercancía, hace rato que está globalizada. Las consecuencias de policías, asesinatos, crímenes, cárceles, jueces, hospitales, es un tremendo instrumento para el azote. No respeta fronteras, razas, religión, color, idiomas, banderas, partidos políticos ni justicia.
En el caso dominicano, dos noticias recientes. El estudio "Las Bases de Crecimiento y la Competitividad" de la República Dominicana, elaborado por el Banco Mundial, establece que el crecimiento macroeconómico en la década de los noventa estuvo vinculado a las operaciones ilegales de lavado de dinero aunque no de manera exclusiva con el narcotráfico y por otra parte, señala el actual presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas, mayor general Rafael Armes Ramírez, que el país está "cundío" de drogas.
¡Auxilio, que los flagelos azotan!
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