BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
-DE HOY, MATUTINO DOMINICANO-
El gobierno impondrá su mayoría en el Congreso Nacional para disponer una nueva tanda de impuestos. Los ricos tienen expertos en buscar la forma de evadir el pago de tributos, además son quienes venden bienes y servicios y pasan los impuestos a los consumidores en el precio de los productos. ¿Quién paga la falta de servicio eléctrico que sufre la población? Los rotos, los de abajo, los jodidos.
Mucha gente de clase media busca paliar la situación y compra un sistema de energía alternativa, inversor con baterías y bombillas de bajo consumo y alto rendimiento, o una planta eléctrica.
Para fines de descuento a los sueldos, ni al gobierno ni mucho menos a Impuestos Internos le preocupa lo que miles de familias dominicanas invierten en gasoil o gasolina, en reposición de baterías y otros gastos.
Además, del mismo modo que aumenta el número de apagones por hora, así aumenta la tarifa eléctrica.
Como muchos acueductos usan electricidad para bombear el líquido, miles de familias tienen el problema adicional de falta de agua.
Parece como si el gobierno juega a para que se salve uno, alguien tiene que resultar perjudicado. Por supuesto, en la situación actual, sólo se salvan algunos y es perjudicada la mayoría.
Es penoso comprobar, una vez más, cómo el discurso de muchos políticos cambia de un día a otro. Siempre es bueno recordar la frase citada por monseñor Arturo de Meriño para el presidente Buenaventura Báez: tan fácil es pasar del exilio al solio presidencial, como de éste al exilio.
Mi amigo el presidente Leonel Fernández Reyna y su grupo salieron del poder con la sábana por un canto. Dejaron grandes deudas y difíciles situaciones que su sucesor, mi amigo el presidente Hipólito Mejía se vio precisado a enfrentar.
Los viajes al exterior de los presidentes de la República siempre son importantes. Sirven para contactos con otros mandatarios y para promover el país como destino turístico y para inversiones en distintos campos.
Si no vienen extranjeros a invertir en distintas áreas los capitalistas-rentistas dominicanos no se animan, continúan guardando sus ganancias en bancos de fuera. ¡Pobre país!
En medio de esta situación calamitosa es preciso apretarse los cinturones como un modo de buscar solución a muchos problemas.
Por ello me extrañó, sobremanera, la información ofrecida la noche del martes en el programa de Andrés Dahuajre, Jaime Aristy Escuder y Wilfredo Alemany, por una persona que llamó desde Bávaro.
Ese señor dijo que el avión rentado para el último viaje del Presidente de la República, doctor Leonel Fernández Reyna, cuesta cada día US$85,000.00 (ochentaicinco mil dólares americanos) que a la tasa de 33.50 pesos por un dólar, significan RD$2 millones 847 mil 500 pesos diarios, sólo en el alquiler de la nave.
Recordé que el presidente Bill Clinton, de Estados Unidos, usó el avión presidencial para ir a recortarse el pelo y tuvo que abonar el importe de todos los gastos en que incurrió al estado norteamericano.
Creo que los viajes del Presidente de la República son muy importantes en este tiempo, pero también creo que en esta situación el mandatario debe ser prudente en el gasto porque, como dijo Abraham Lincoln “sólo tiene derecho a criticar, quien tiene corazón para ayudar”.
¿Cómo se le exige al pueblo pagar más impuestos, de los que estamos hasta la coronilla, mientras desde arriba no se dan buenos ejemplos?
Para nueva ocasión sugiero que el Presidente de la República viaje en aviones comerciales, en lo que cambia la situación y se hallan petróleo, oro y plata en el subsuelo o en la plataforma marina.
El gobierno debe explicar si es cierta la denuncia-información ofrecida en el programa Triálogo.
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