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Por Félix Calvo
-DE EL CARIBE, MATUTINO DOMINICANO-
La reforma fiscal sigue bajo discusiones, aunque se observa un rechazo generalizado; mientras, el Presidente de la República habla mañana
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Está claro que el Gobierno debe generar un superávit primario equivalente al 2.5 % del Producto Interno Bruto (PIB), como ha indicado el Fondo Monetario Internacional. Solo con ese superávit primario puede el Gobierno, durante el 2007, hacer frente a los pagos de la deuda externa.
Ahora se discute la forma de lograr tal superávit. Las vías para lograrlo generan las diferentes posiciones entre hacedores de políticas públicas, políticos, funcionarios del gobierno, políticos, empresarios y economistas.
El FMI solo puso los números y, contrario a lo que se ha dicho en diferentes escenarios, es una temeridad atribuirle a esa institución propuestas específicas. La decisión de hacerlo de una u otra manera es una decisión dominicana, pero hay que generar ese superávit.
Las discusiones dominicanas, sin embargo, no dejan de tener relevancia sobre las vías para llegar a generar un superávit del 2.5 % del PIB, es decir, unos RD$30,000 millones de pesos, porque en sus dos años iniciales el Gobierno fue premiado con dos reformas fiscales que le aportaron cerca de 7% del PIB, unos RD$55,000 millones de pesos que no fueron usados en los gastos adecuados, a pesar de que al Gobierno le advertimos, en distintos momentos, que iba por el camino incorrecto.
Las dos reformas anteriores aportaron fondos suficientes para mantener en cero el déficit fiscal en el sector público no financiero, como era el compromiso con la Ley de Gastos Públicos del 2006 y con el acuerdo stand by con el FMI. Es una lástima que la violación de la Ley de Gastos Públicos no conlleve medidas de coerción contra sus violadores.
Ahora el Gobierno quiere hablar de rectificación fiscal porque alega que el anterior Congreso le mutiló su reforma, algo que es falso en absoluto. Veamos. En la última reforma fiscal el gobierno tenía el objetivo de lograr recursos compensatorios por RD$31,477 millones.
Argumentaba que la entrada del DR-Cafta significaría un sacrificio fiscal por RD$24,276 millones, al eliminarse la comisión cambiaria, los aranceles y la factura consular. El Gobierno pidió RD$31,477 millones, pero el Congreso le aprobó 24,360 millones de pesos.
Lo que no dice el Gobierno es que el RD-Cafta no entró en vigencia, por lo que la comisión cambiaria fue mantenida hasta junio del 2006. Ella aportó al Gobierno RD$10,000, según datos oficiales.
Tampoco fueron eliminados los aranceles, y a junio habían producido RD$3,600 millones. Esas dos partidas suman 13,600 millones de pesos que sumados a los RD$24,360 que aprobó el Congreso, indican que el Gobierno en vez de los RD$31,477 solicitados ha recibido RD$37,960 millones.
Resulta una clara manipulación sostener que el Gobierno no recibió los ingresos esperados en la exposición de motivos de su segunda reforma tributaria.
Recibió muchos más, de lo cual se infiere que la rectificación que procede es en el gasto, revisarlo por completo y reorientarlo hacia los propósitos enunciados en las dos reformas aprobadas al Gobierno.
Félix Calvo es economista
calvoperalta@msn.com
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lunes, noviembre 13, 2006
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