Un valiente con mucho miedo

<> Confesionario Autoentrevista prescindible Por Chelo (DE ZONA IMPACTO) Te sorprendo viendo atentamente las noticias internacionales en la televisión y debo confesar que es primera vez que advierto miedo en tu rostro. O peor: verdadero pánico. Y yo que te creía tan valiente… Te comento: “Tienes una cara de miedo…” - Tendría que reconocer hidalgamente que sí, que tengo mucho miedo. ¿Te asustan los norcoreanos? - Me asusta lo que pueda pasar a raíz de la detonación nuclear que realizó Corea del Norte. ¿No deben fabricar bombas atómicas? - Para mí, ningún país debiera fabricar y tener bombas atómicas. Ni Corea del Norte, ni Estados Unidos, China, India, Francia, Gran Bretaña ni Pakistán. Tampoco Israel. Pero tienen… - Lo que considero una infamia es que algunos países –partiendo por Estados Unidos– se arroguen la exclusividad del poderío bélico nuclear. ¿Por qué creen que ellos no más pueden manejar un arsenal atómico? ¿Por qué no reaccionaron igual cuando Pakistán, India o Israel fabricaron sus bombas? Es que ellos pueden manejar adecuadamente esas armas porque cuentan con mejor tecnología y… - ¡Nada! ¡Aquí no vale la tecnología porque no único real es que tienen armas nucleares y las pueden usar el cualquier momento contra los que no las tienen! ¡Ah! De eso se trata… - ¡Claro pues! Hay países que se sienten dueños del mundo. En realidad, Estados Unidos se siente gendarme de la humanidad, con poder para resolver qué país es bueno o malo, y a quién hay que invadir y aplastar porque existen razones para sospechar que podría representar una amenaza para los intereses del imperio estadounidense. Los demás países que tienen la bomba atómica deben pensar lo mismo… - Los demás países que tienen arsenal nuclear han desarrollado esas tecnologías ya sea para atacar o porque creen que tienen que defenderse. Por ejemplo China en algún momento sintió el peligro de Estados Unidos; Pakistán fabricó su bomba cuando su enemigo histórico, India, construyó la suya… y así. Entonces, tu miedo es que los norcoreanos, que no saben manejar esas cosas ni tienen tan buena tecnología, ataquen cualquier blanco por el menor motivo… - No tengo ninguna razón para sospechar que los norcoreanos sean más desquiciados que países como India o Francia, que también tienen la bomba. Entonces, ¿se puede saber por qué tienes miedo? - Porque Estados Unidos está gobernado por un loco extremista que es capaz de cualquier brutalidad, sin límite alguno, cuando siente que lo están desafiando. Pero tú, que te crees valiente, no le puedes tener miedo a un loco… - Al revés: solamente le temo a los locos. A la gente relativamente cuerda no le tengo miedo porque puedo adivinar cómo va a reaccionar frente a determinadas situaciones o estímulos. ¿Cómo dices que no le tuviste miedo a la dictadura? - Tanto como no haberle tenido nunca miedo, no, porque cuando me mantuvieron secuestrado temí que no me mataran pero me dejaran inválido, por ejemplo. Pero con todo, durante la dictadura siempre entendí cómo reaccionaban los pequeños desquiciados con poder y sabía perfectamente que me podían tomar prisionero, torturarme y asesinarme. Estaba preparado para eso y hacía lo posible por que no sucediera. ¿Y ahora? - Ahora, un loco enfurecido enfermo de excesivo poder, que se siente amo del mundo y que percibe que lo están desafiando, puede cometer cualquier bestialidad, aunque sea contra toda la humanidad. Porque valora más su orgullo pequeñito que la vida de todos los demás. Voto por Venezuela Eso le pasa con Hugo Chávez, que lo sacó de quicio. - Cuesta poco sacar de quicio a un desquiciado. A Bush lo sacan de quicio los árabes, los afganos, los iraquíes, los iraníes, los turcos, los norcoreanos, los españoles, los cubanos, los venezolanos, los… ¡en fin! Es una lista interminable que va engrosando día a día porque con el poder excesivo que maneja siente que todos quieren causarle daño a él o a su país. Pero el caso del Presidente venezolano es distinto porque tiene petróleo… - ¡Qué daría Bush por invadir Venezuela y apropiarse también de su petróleo! Y estuvo a punto de lograrlo cuando dirigió ese golpe de estado que sacó por unos días a Chávez de la Presidencia. Todo estuvo manipulado desde Estados Unidos. Parece que eres chavista ¿no? - No. No puedo olvidar que Chávez intentó dar un golpe militar contra un gobierno que aunque corrupto, estaba legítimamente constituido y tenía origen democrático. Pero hoy la izquierda chilena está apoyándolo para lo del Consejo de Seguridad… - Eso es otra cosa y va mucho más allá de que a uno le caiga bien o mal el Presidente Chávez. Yo lo considero un pesado, pero tengo que reconocer que su revolución bolivariana le está haciendo muy bien a los pobres de su país, que están mejorando considerablemente su nivel de vida gracias a la paulatina instauración de un Estado de Bienestar. Faltan horas o días para que la Presidenta Bachelet se pronuncie sobre el voto de Chile para el representante latinoamericano temporal en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Aún a riesgo de que esta autoentrevista aparezca cuando la Presidenta ya se haya pronunciado ¿cómo crees que debiera votar Chile? - Creo que será una decisión de Estado, más allá de la política contingente interior del país. Ahora, si quien tuviera que tomar una decisión fuera yo, consideraría muchos factores. ¿Como cuáles? - La vocación latinoamericanista de Chile y su independencia total de Estados Unidos en materia internacional. Más allá de las pesadeces de Chávez, tenemos una antigua y sólida amistad entre países. Venezuela recibió a muchos exiliados nuestros y otros tantos venezolanos han encontrado refugio aquí y aportaron notablemente a nuestra vida nacional. Además, el Partido Socialista, que es la colectividad de la Presidenta, desde su fundación (1933) se manifiesta claramente sudamericanista. Si el propio emblema del Partido es la figura de América del Sur. Entonces, votarías por Venezuela… - Me guste o no el Presidente Hugo Chávez, votaría por Venezuela. ¿Y si se enoja “Papá Bush”? - Sería una lástima, pero poco tenemos que perder si él se enoja con nosotros. Además, ahora está preocupado de otras cosas; no le interesa nuestro continente. Pero tú mismo dijiste: uno nunca sabe cómo puede reaccionar un loco. - Claro, pero también dijimos que en este caso quien tomaría la decisión era yo. Y yo soy valiente. ¿Con Bush también? - Con Bush también.

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