Noboa a correazos

<> Por: Gino Martíni Robles (DE LA HORA, DE QUITO, ECUADOR)

El pueblo soberano mayoritariamente acudió a las urnas, quería beber en la fuente de los acontecimientos, para no dejarse llevar por ajenas suposiciones ni consentir las carencias o las exageraciones de otros como verdades definitivas. Los electores estaban al corriente de que en los últimos años la Democracia era escasa luz la que había irradiado y que más bien nos estamos sumergiendo en un pozo ciego. Pero esa mirada al pasado, nos permite comprender el presente y así a este pueblo que se lo cree manejable, que se lo pretende aborregar, se le fue adentrando en su fuero más interno, un ardiente deseo, que le enardece su coraje, para continuar en la vida encendiéndosele la esperanza de que lo justo sobrevendrá. Todo esto, le permite establecer comparaciones y deducir con lógica los hechos. Porque al parecer, empezamos a entender que los acontecimientos de los pueblos van formando una larga cadena. Y que causas iguales producen efectos iguales, a la par, como en la vida de los hombres, que se somete a las leyes naturales. Pero es en los pueblos, que hasta los más pequeños acontecimientos conservarán para siempre su relación de causa y efecto. Ya nadie quiere en este país elegir presidente para medio periodo. Que el Ecuador deje de ser un país fragmentado, mal que se acrecienta, en estos últimos diez años, como producto del irrespeto a la Constitución, a sus preceptos democráticos y en definitiva porque en estos últimos tiempos la voluntad popular expresada en las urnas se trastocó como fruto de falsas expectativas y sobre todo, por la omnipresente voluntad de los eternos usurpadores del poder. Pero quién podría negar que los errores electorales se deberán pagar con prontitud y así vemos cómo el candidato Correa, que favorecido por perversas encuestas amañadas solo para desbancar a quien por mucho tiempo las lideró, se vuelven en su contra, porque la proyección no resultó cierta y él mismo pregonaba ganar en una sola vuelta. Qué papel asumirá ahora que el revés es manifiesto. Y qué aconsejarán quienes desde varios medios de comunicación habían enterrado en cuarto lugar a Noboa y ahora resultó primero. Para la segunda vuelta, paradójicamente, el gran elector será Lucio Gutiérrez, pero en definitiva, habrá que escoger entre dólar o sucre. Pero también reflexionar, entre cara (maquillada) o la cruz, que nos invoca a arrepentirnos por no haber sabido elegir en las dos últimas elecciones, y de ahí los resultados que se dieron. Como pudo ser antes, Noboa, con toda razón, ahora se convierte en el menos contradictorio de los contendientes. ¡El azote cambió de mano! ¡Noboa lo enfrenta a Correa-zos!

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