| Pancarta | Poco gobierno y poco gasoil paralizan el país | | Raul Perez Peña |
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<> La lentitud del transporte, acelerada por el colapso en el suministro de gasoil y otros combustibles, sorprendió asando batatas a un gobierno que emana señales de mediocridad, mañana, tarde y noche.
Hay consenso en que el gobierno busca evadir que la población lo señale como el culpable principal de una escasez de responsabilidad más que de combustibles.
Así lo dicen empresarios, ejecutivos, diplomáticos, empleados, choferes, pasajeros, estudiantes, periodistas, escritores, tricicleros, ventorrilleros, colmaderos y toda una gama de entes protagónicos de la cotidianidad.
La proclamada percepción de ausentismo de autoridades diligentes está sumándose a la estrechez de un diario vivir donde los reducidos ingresos no alcanzan para los incrementados precios en los artículos de la canasta familiar, la salud, la educación, el transporte, la factura por electricidad no consumida, etc.
Se divisa un gobierno confiado más de la cuenta en la máxima del presidente Fernández de preferir “pagar que pegar”.
Por eso pagan una nómina que ha roto todos los récords, así como comunicadores por pipá, especialmente en los medios electrónicos, para que hagan de papagayos repetidores de todo lo que baja de la Presidencia de la República.
Los oídos sordos para la crítica que pone el dedo en la llaga es parte de la cultura de la burla asumida con devoción en las alturas gubernamentales.
La muerte de un líder social en Navarrete es para que no se ignore la perspectiva de reacciones irracionales ante el inevitable destape de las protestas populares.
Cuando la crisis haga fondo y no se cumplan los compromisos ante el abanico de contrapartes que reclaman pagos a vencimiento el año que viene, se asegura que, carentes de respuestas, las autoridades reproducirán con amplitud el comportamiento que hoy manifiestan frente al desabastecimiento de combustibles.
Cuando se conozca la verdad del Metro en centímetros y kilómetros, así como los beneficios del Sistema Métrico de Sumar, sin perder la calma, muchos pedirán al Señor que el creciente embrollo los agarre confesados.
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