Honda preocupación por el rumbo del país

Pancarta Raul Perez Peña

No es una persona, ni dos, ni tres, que en cualquier encuentro expresan su honda preocupación por el rumbo que lleva el país. Figuras públicas han manifestado percibir falta de autoridad en la conducción de la nave nacional, señalamiento que cogió bríos al presentarse el desabastecimiento de combustibles. Contrario a jugar el papel que les correspondía, los funcionarios del ramo jugaron un papel tan pobre que fue cuestionado incluso en titulares de prensa. En los mismos círculos se comenta la obvia ineptitud de la Secretaría de Salud Pública ante la propagación del dengue a niveles alarmantes, mientras salen a flote cada día las troneras del sistema educativo, que no se tapan con la fanfarria a la “tecnología de la globalización” como panacea para un país que se está cayendo a pedazos. La pela cotidiana de los apagones tiene de vuelta y media a la mitad del país, mientras la otra mitad se asusta cuando llega la luz. Pero las autoridades responden con olímpica irresponsabilidad, apelando a un ejercicio de prensa que sólo persigue dejar al pueblo en la inopia. A todo esto, brotan las verdades rompientes de un Metro que más allá de tragarse un presupuesto, apunta peligrosamente con socavar soportes del gobierno mismo, abriéndose interrogantes alrededor de cómo se comportarían las autoridades ante una situación incontrolable. La altanería morada obnubila a las alturas oficialistas, que lucen no estar en el país, cuando vienen de paso, ante una dinámica social que reclama un gobierno menos frívolo y almidonado. Para su salvación, el oficialismo carece de una oposición con prestigio, credibilidad y poder de convocatoria en la población. Esa debilidad de la acera frontal alienta la ofuscación de quienes no entienden la mecánica del columpio que hace bajar a los que suben. En lo adelante la contemplación cederá espacio a una presión social creciente que ya no se diluye con los pretextos de “los precios del petróleo”, “el gobierno anterior” y otras excusas. La cultura de la burla hace ambo con la ineficacia, tornándose en mala compañera para los compañeros. Así sucedió con el PRD y ahora con el PLD. Volver al Directorio: http://moises-iturbides.blogspot.com