Un recorrido por el cerebro en demencia total
El artista William Utermohlen fue diagnosticado en 1995 con la condición y decidió representar su caída en la demencia mediante la producción de autorretratos
Por Glenys Alvarez
-DE EL CARIBE, MATUTINO DOMINICANO-
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Al artista inglés Louis Wain le gustaba pintar animales. Durante años, sus pinturas de perros y, especialmente, gatos, le ganaron la vida y le dieron un poco de fama en algunos círculos, hasta que una horrenda enfermedad cerebral se mudó en su cerebro y el pintor se hizo famoso en los cursos de psiquiatría, neurología y psicología en general.
Wain inició un descendiente camino hacia la esquizofrenia cuya ruta quedó plasmada en sus cuadros de una forma realmente horripilante (puede encontrar sus cuadros en esta dirección http://instruct1.cit.cornell.edu/, aunque las he publicado antes aquí en el periódico).
Los tranquilos y calmados mininos de las primeras obras de Wain eran completamente distintos a los electrizantes animales cuando su condición era mucho más avanzada.
De hecho, estas pinturas muestran claramente la distorsión que sufre la percepción de todos aquellos que la padecen. Pues bien, esta semana, la Academia de Medicina de Nueva York presenta un diario de pinturas que, al igual que los gatos de Wain, retrata fríamente el descenso de un cerebro en su viaje dentro de otra horrenda condición: el Alzheimer.
Se trata del pintor estadounidense William Utermohlen quien produjo una decena de autorretratos luego de ser diagnosticado con la enfermedad.“En 1995 supo que tenía Alzheimer y decidió trazar el camino de la enfermedad en su cerebro mediante la producción de autorretratos. En varias ocasiones, al final de su vida de pintor, parecía saber dónde estaban los errores, que sus retratos carecían de profundidad, pero no sabía cómo repararlos”, explicó su esposa Patricia Utermohlen, profesora de historia.
El Alzheimer afecta, particularmente, el lóbulo parietal derecho, una región cerebral muy importante a la hora de visualizar algo internamente y luego representarla en el mundo real.
“En las obras de William vemos como las pinturas van perdiendo realidad, se vuelven surreales, más abstractas y carecen de profundidad y detalles”, explicó para el periódico The New York Times el doctor Bruce Miller, neurólogo de la Universidad de California.Las pinturas son una visión de ese doloroso viaje hacia la demencia.
“Los detalles en sus cuadros se desvanecen, sólo hay que observar su primer autorretrato en 1967 y compararlo con el que pintó en el 2000, cinco años después de ser diagnosticado con la enfermedad, todo es plano, no existen dimensiones, su rostro se perdió entre sus neuronas dañadas”, explicó su esposa. Utermohlen no ha muerto aún pero ya no pinta. A sus 73 años, el artista vive en un asilo.
El Alzheimer devora nuestras memorias, se comen las regiones que producen actividad, nos roba lo que somos al dañar nuestro sistema neuronal y nos deja en una demencia completa donde el espacio y la profundidad brillan por su ausencia.Para más información llame al teléfono (212) 822-7272, en Manhattan o visite www.nyam.org/events.
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viernes, octubre 27, 2006
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